El dolor de espalda, sea sordo y constante o agudo y punzante, puede dificultarte la concentración en el trabajo. Lamentablemente, muchos trabajos (como el de los enfermeros, los obreros de la construcción y los trabajadores de fábricas) pueden exigir demasiado de la espalda. Incluso el trabajo de oficina diario puede causar dolor de espalda o empeorarlo.
Especialistas de Mayo Clinic, organización sin fines de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, acercan sus conocimientos para ayudarnos a entender cuáles son las posibles causas del dolor de espalda en el trabajo y cómo prevenirlo.
Causas frecuentes de dolor de espalda en el trabajo
Son varios los factores que pueden contribuir a sentir dolor de espalda en el trabajo. Por ejemplo:
- Fuerza. Ejercer demasiada fuerza con la espalda, como levantar o mover objetos pesados, puede provocar lesiones.
- Repetición. La repetición de determinados movimientos, en especial, los que suponen torcer o rotar la columna vertebral, puede lesionar la espalda.
- Inactividad. Un trabajo inactivo o de escritorio puede contribuir a generar dolor de espalda, sobre todo si tienes una mala postura o si estás todo el día sentado en una silla con respaldo inadecuado.
Dolor de espalda y factores del estilo de vida
Por supuesto que factores como el envejecimiento, la obesidad y un mal estado físico también contribuyen al dolor de espalda. Sin embargo, pese a que no puedas controlar la edad, sí puedes concentrarte en mantener un peso saludable, lo que minimiza la tensión sobre la espalda.
Comienza por una dieta saludable. Asegúrate de consumir suficiente calcio y vitamina D. Estos nutrientes pueden ayudar a prevenir la osteoporosis, una afección que hace que los huesos se debiliten y se vuelvan frágiles, además de ser la causa de muchas fracturas de hueso que derivan en dolor de espalda.
Combina ejercicios aeróbicos, como la natación o las caminatas, con ejercicios que fortalezcan y estiren los músculos de la espalda y del abdomen.
Los ejercicios que mejoran el equilibrio y la fuerza también pueden reducir el riesgo de que te caigas y te lesiones la espalda. Considera el taichí, el yoga y los ejercicios de levantamiento de pesas que ponen a prueba tu equilibrio.
Para la mayoría de los adultos, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos recomienda un mínimo semanal de 150 minutos de actividad aeróbica moderada o de 75 minutos de actividad aeróbica intensa (con preferencia distribuidos en el transcurso de la semana), así como ejercicios de fortalecimiento muscular.
Además, si fumas, deja de hacerlo. El tabaquismo reduce el flujo de sangre hacia la zona lumbar, lo que puede contribuir a la degeneración de los discos intervertebrales y hacer más lenta la recuperación de las lesiones en la espalda. La tos que produce el tabaquismo también puede causar dolor de espalda.
Cómo prevenir el dolor de espalda en el trabajo
Podés tomar medidas para prevenir y evitar el dolor y las lesiones de espalda en el trabajo. Por ejemplo:
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Prestá atención a la postura.
Cuando estés de pie, distribuye el peso uniformemente entre los pies. No te encorves. Para adoptar una buena postura al estar sentado, opta por una silla que le dé apoyo a la curvatura de la columna vertebral. Ajusta la altura de la silla de modo de que los pies queden apoyados en el piso o en un apoyapiés y los muslos estén paralelos al piso. Al sentarte, saca la billetera o el teléfono celular del bolsillo de atrás para evitar que ejerzan más presión sobre los glúteos o la zona lumbar de la espalda.
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Levantá cosas de manera adecuada.
Al levantar y transportar un objeto pesado, deja que las piernas hagan la fuerza y contrae los músculos del tronco. Sostén el objeto pegado a tu cuerpo. Mantén la curvatura natural de la espalda. No gires mientras levantas el objeto. Si un objeto es demasiado pesado como para levantarlo sin peligro, pídele a alguien que te ayude.
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Modificá las tareas repetitivas.
Siempre que haya disponibilidad, usa algún equipo para levantar cargas a modo de ayuda. Intenta alternar entre las tareas físicamente exigentes y las menos exigentes. Si trabajas con una computadora, asegúrate de que el monitor, el teclado, el ratón y la silla estén bien posicionados. Si con frecuencia hablas por teléfono y escribes al mismo tiempo, pon el altavoz o usa auriculares. Evita inclinarte, girar o estirarte para alcanzar algo cuando no sea absolutamente necesario. Limita el tiempo que vas con un maletín, una cartera o un bolso pesados. Considera usar una valija con ruedas.
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Escuchá a tu cuerpo.
Si debes estar sentado durante períodos extensos, cambiá de posición con frecuencia. Caminá de forma periódica y estirá suavemente los músculos para liberar la tensión. El dolor de espalda puede acosarte durante los días de trabajo y en tu tiempo libre, pero no estás condenado a vivir con él. Analizá tu entorno de trabajo y abordá las situaciones que podrían empeorar el dolor de espalda. Tomar medidas simples para aliviar el dolor de espalda es un paso en la dirección correcta.