Los datos son elocuentes, y son subrayados por la Sociedad Americana de Infertilidad: el estado emocional de la persona que se somete a un tratamiento de reproducción asistida es de vital importancia en el curso y resultado de los mismos:
- Mujeres con altos niveles de ansiedad ovularon un 20% menos, sus óvulos fecundaron un 30% menos y fueron un 20% más proclives al aborto.
- Está comprobado que la posibilidad de éxito con los tratamientos es más elevado en las mujeres con buena salud mental.
Está demostrado que aquellos que tienen una buena salud mental tendrán menos dificultades para tener hijos. Por eso los centros de fertilidad le dan mucha importancia al tema y sostienen psicológica y emocionalmente a la pareja que atraviesa un tratamiento.
Estar fuerte emocionalmente es un factor importante para que los tratamientos de reproducción asistida sean un éxito
"Es muy frecuente que los que tienen dificultad para concebir un hijo experimenten sentimientos de angustia, soledad y tristeza, que no deseen ver a los amigos o asistir a los eventos donde otros acaban de tener hijos -coinciden los expertos del área-. Además, la relación de pareja puede sufrir, por el mero hecho de estar pasando por un tratamiento de reproducción asistida, sentimientos que hacen que sus vidas sean un remolino de dudas y dificultades".
Los especialistas explican que "para afrontar la infertilidad se necesita energía tanto física como psicológica" y que importante que la pareja se prepare para las emociones que va a vivir: shock ante la noticia, culpabilización, ansiedad, depresión, rabia, desesperanza, pérdida de control, soledad, entre otras cosas. Todas estas emociones son lícitas y la mayoría de parejas que pasan por tratamientos de reproducción asistida se sienten igual". Apoyarse en quienes saben cómo contener y conducir ese proceso es fundamental.
Teniendo una actitud positiva y manteniendo la ansiedad bajo control, se incrementa el porcentaje de éxito en el tratamiento
"El Programa de Apoyo Psicológico de IVI pretende identificar sus problemas y angustias y hacer intervención mediante sesiones, en las que los pacientes son sometidos a técnicas cognitivas conductuales y técnicas de autocontrol. Está diseñado para combatir y mejorar los síntomas de ansiedad y estrés y mejorar las dificultades de comunicación con el entorno (familia, amigos, relaciones laborales) y con el equipo médico sanitario".
Un tratamiento es un proceso con altibajos emocionales. Muchas mujeres viven el comienzo de cada ciclo menstrual como un suceso traumático ya que no hay embarazo después de un mes de esperanza, y a veces dudan de la necesidad de empezar de nuevo otra vez.
Si la pareja se preparar emocionalmente va a poder manejar mejor las situaciones y etapas del tratamiento
A través del apoyo psicológico especializado, se logra restaurar la autoestima y mejorar la vida sexual de la pareja. Para ello, es importante aprender a relajarse hasta desarrollar habilidades psíquicas y sociales, así como combatir el estrés y conocerse mejor o aprender a afrontar las situaciones difíciles.