La tecnología nos ha aportado un sinfín de novedosas formas de comunicarnos, entretenernos e interactuar con otras personas. Sin embargo, no todo es color de rosas en el mundo de la telefonía celular.
Pasar demasiado tiempo con el móvil puede generar problemas tanto físicos como mentales: físicos, por la postura corporal y el tiempo que pasamos en esas posiciones que adoptamos al utilizar estos dispositivos y mental por el aumento de la excitabilidad en el sistema nervioso que provoca tal uso continuado del mismo y por los efectos que cualquier adicción tiene sobre nuestro comportamiento.
Esta problemática de la adicción a los móviles es relativamente reciente, por lo que no hay un diagnóstico oficial al respecto, aunque son muchas las voces que están advirtiendo sobre los efectos negativos que el abuso de estos dispositivos puede ocasionar. Tanto así que ya está catalogada como una enfermedad por los especialistas. Y hay varias: está la nomofobia (miedo a no tener a la mano el celular) o la ciberadicción (adicción al internet, etc.
Sin embargo, los psicólogos que trabajan en el tema advierten que si un padre considera que su hijo está teniendo conductas adictivas con su móvil, no debe actuar de modo intempestivo quitándole el acceso a su teléfono ya que esto podría ocasionar males mayores al dislocar la relación padre-hijo.
Bet Peters, psicólogo clínico en Westminster (Inglaterra) advierte “Para los adolescentes, las redes sociales y el contacto con amigos son una tarea primordial de desarrollo y el enfoque. Cuando se quita la línea vital de un adolescente con sus amigos, habrá una reacción emocional importante, una ruptura de la relación padre-hijo”.
En lo que respecta a los aspectos físicos si bien es cierto que utilizar nuestro smartphone no tiene por qué ser el causante directo de algunas lesiones, sí debemos considerar que representa un desencadenante o detonante de muchas lesiones relacionadas, sobre todo, con el aparato locomotor.
Desde Buena Vibra presentamos una lista de las más comunes de ellas:
1) La principal enfermedad que pueden sufrir las personas adictas al chat y a conversar en línea con otras personas es el síndrome del túnel carpiano, una enfermedad que ocurre cuando el nervio que va desde el antebrazo hasta la mano, se presiona o se atrapa dentro del túnel carpiano, a nivel de la muñeca, causando entumecimiento, dolor, hormigueo y debilidad en la mano afectada.
2) Las inadecuadas posturas que adoptamos al hacer uso de los dispositivos móviles pueden provocarnos la pérdida de capacidad del volumen pulmonar por el cierre del tórax e insuficiencia de expansión costal lo cual se traduce luego en la sensación de opresión en el pecho y lo que es más grave aún, una persistente dificultad para respirar con normalidad.
3) Más de 1.100 millones de jóvenes en el mundo están en riesgo de sufrir pérdidas de audición a causa de prácticas inseguras de escucha, como usar reiteradamente auriculares conectados a los dispositivos móviles de telefonía y a un volumen más alto al recomendado, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio alerta que actualmente ya hay más de 43 millones de jóvenes de entre 12 y 35 años con discapacidades auditivas.
4) Al confiar absolutamente en la tecnología hemos abandonado varios pequeños esfuerzos intelectuales como hacer cálculos rápidos o memorizar los datos más comunes. Es decir, olvidamos la información inmediatamente al confiarla a un dispositivo digital que recuerda por nosotros.
Esta situación afecta a personas de cualquier edad, pero los más jóvenes corren el riesgo de ver dañadas funciones elementales de su cerebro, ya que no utilizan una buena parte de sus capacidades, que pueden llegar a no ser suficientemente fuertes en el futuro, y dejarlos entonces más expuestos a enfermedades neurológicas.
5) Inclinar la cabeza hacia adelante durante largos períodos para leer los mensajes que te llegan al smartphone o tablet somete a nuestras vértebras cervicales a un considerable esfuerzo. De hecho, inclinar la cabeza más de 60 grados es como cargar sobre la cabeza a un niño de unos 27 kilos. Esto se traduce a mediano plazo en incontables males en las cervicales y en la columna vertebral toda.
6) La luminosidad de la pantalla de los dispositivos móviles activa varios receptores que hacen pensar a nuestro cerebro que aún es de día por lo que utilizar nuestro smartphone en la cama solo nos lleva a una disminución en la calidad del sueño e insomio. Asociados al insmonio por el abuso del móvil, aparecen otros males como la irritabilidad, la somnolencia y la falta de concentración, por no haber descansado ni bien ni lo suficiente la noche anterior.
7) Un reciente artículo confirmó que las personas que pasan mucho tiempo frente a sus pantallas móviles son más proclive al sedentarismo, y por ende, a padecer sobrepeso y obesidad, enfermedades que derivan en otros problemas como enfermedades en el sistema circulatorio, diabetes, etc.