Investigadores de seis países están probando si la famosa vacuna BCG, utilizada desde hace décadas contra la tuberculosis en Argentina y otros países del mundo, puede ser eficaz para proteger al personal sanitario del coronavirus. La noticia suma relevancia en el marco de un estudio que puede resultar esperanzador para los argentinos: según una investigación realizada en Estados Unidos, en los países donde la vacuna contra la tuberculosis es obligatoria hay menos muertes por coronavirus que en los países que no cuentan con esas políticas.
Así lo afirma un estudio preliminar publicado en medRxiv, que encontró una correlación entre los países que exigen que los ciudadanos reciban la vacuna contra el bacilo Calmette-Guerin (BCG) y aquellos que muestran un menor número de casos confirmados y muertes por Covid-19.
Las conclusiones de éste y otros estudios son bastante sólidas y, por estos días, equipos de al menos seis países están realizando pruebas que implican suministrar a los trabajadores de salud de primera línea y a personas mayores la vacuna BCG para ver si realmente permite algún nivel de protección contra el nuevo coronavirus.
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"Descubrimos que los países sin políticas universales de vacunación con BCG, como Italia, los Países Bajos y los Estados Unidos, se han visto más gravemente afectados en comparación con los países con políticas universales y duraderas de BCG", manifestó el grupo que dirige Gonzalo Otazu, profesor asistente de ciencias biomédicas en el NYIT.
Científicos norteamericanos descubrieron que hay una relación entre la vacuna BCG y la menor incidencia de casos de coronavirus. Los investigadores apuntaron que Estados Unidos e Italia, los dos países más afectados por la pandemia de Covid-19, no tienen políticas universales de vacunación con BCG
La vacuna contra el bacilo Calmette-Guerin, o BCG, se ha utilizado ampliamente durante aproximadamente 100 años, con una creciente apreciación por sus beneficios fuera del objetivo. No solo es una inmunoterapia común para la etapa temprana del cáncer de vejiga sino que parece entrenar la primera línea de defensa inmune del cuerpo para combatir mejor las infecciones.
“Aunque originalmente se desarrolló contra la tuberculosis y aún se administra a más de 130 millones de bebés cada año, el BCG también aumenta la capacidad inmunológica básica del organismo, ayudándolo a responder a los gérmenes con más fuerza”, precisaron los investigadores en un comunicado.
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Mónica Gulati, decana de la Facultad de Medicina Aplicada en la Lovely Professional University, en Punjab, consideró que "cada pequeña cosa nos da un rayo de esperanza. Sería prematuro decir algo ahora, pero el lado positivo es que la vacuna BCG también ha demostrado ser bastante efectiva contra la infección por SARS, que pertenece a la familia de los coronavirus. Entonces, dado que la pandemia actual es menos intensa en los países con intervención de vacuna BCG y que fue efectiva contra otro coronavirus, es motivo de esperanza", añadió.
Los estudios en bebés en África han demostrado que la vacuna BCG ofrece protección contra la tuberculosis y otras infecciones pediátricas, probablemente mejorando el sistema inmune innato del cuerpo, específicamente los glóbulos blancos que atacan a los patógenos no específicos antes de que una respuesta de anticuerpos se active normalmente días después.
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En el marco de la pandemia del Covid-19, la Organización Mundial de la Salud dice que es importante saber si la vacuna BCG puede reducir la enfermedad en las personas infectadas con el coronavirus, y está alentando a grupos internacionales a colaborar con este estudio.
“La vacuna BCG puede estimular el sistema inmune para que se defienda mejor contra una amplia gama de infecciones diferentes, una gran variedad de diferentes virus y bacterias de una manera mucho más generalizada”, asegura Nigel Curtis, al frente del estudio australiano, profesor de enfermedades infecciosas pediátricas en la Universidad de Melbourne y jefe de la unidad de enfermedades infecciosas en Royal Children’s Hospital de la ciudad.
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La vacuna BGC en el mundo
Entre los países de altos ingresos que muestran un gran número de casos de Covid-19, EE.UU. e Italia recomiendan las vacunas BCG, pero solo para las personas que podrían estar en riesgo, mientras que Alemania, España, Francia y el Reino Unido solían tener políticas de vacunas BCG pero las finalizaron hace años y décadas. China, donde comenzó la pandemia, tiene una política de vacuna BCG pero no se cumplió muy bien antes de 1976, dijo Otazu. Países como Japón y Corea del Sur, que han logrado controlar la enfermedad, tienen políticas universales de vacuna BCG.
Se consideró que los datos sobre casos confirmados de países de bajos ingresos no eran lo suficientemente confiables como para emitir un juicio firme.
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