La tendencia no sólo no frena sino que se agrava. El sarampión, que llegó a estar en cifras de contagios cercanas a la erradicación, está en plena escalada gracias al movimiento mundial antivacunas, que se difunde sin pausa gracias a irresponsables que ponen en juego la salud de los más vulnerables. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el número de casos de sarampión en todo el mundo casi se cuadruplicó en el primer trimestre del 2019 en comparación con el mismo período del año pasado, con 112.163 contagios, según ha informado la Organización Mundial de la Salud esta semana citando datos provisionales.
En ese marco, la OMS inició fuertes campañas informativas en las que alerta de los riesgos de la enfermedad, que afecta de forma especial a la población infantil, y advierte a los padres sobre la imperiosa necesidad de vacunar a los niños.
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En todas las regiones se han registrado tasas más altas de esta enfermedad prevenible pero contagiosa –que puede matar a un niño o dejarlo ciego, sordo o con daño cerebral–, informó la agencia de las Naciones Unidas en un comunicado, subrayando la necesidad de que se mejore la cobertura de vacunación.
Una enfermedad que estaba casi erradicada
Hace casi 12 años, en noviembre del 2007, la OMS anunció el éxito de su campaña de vacunación contra el sarampión en África, donde las muertes por esta enfermedad disminuyeron un 91% entre el 2000 y el 2006, de unas 396.000 personas a 36.000, cuatro años antes de la fecha que las Naciones Unidas se habían fijado para lograr esta importante reducción.
En el mismo período, en el resto del mundo se redujo la mortalidad por sarampión en un 68%, de 757.000 a 242.000 casos.
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Pero las cosas han cambiado. El número de casos confirmados de sarampión en Estados Unidos este año aumentó casi 20% la semana pasada, en el segundo peor brote del país en casi dos décadas. Hasta el 11 de abril, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. registraron 555 casos de la enfermedad desde principios de año, en comparación con los 465 casos confirmados el 4 de abril.
Los síntomas del sarampión son: fiebre alta, mucosidad, inyección conjuntival y pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla. Varios días después aparecen sarpullidos en la cara y cuello, y se va extendiendo gradualmente al resto del cuerpo. No hay tratamiento específico y la mayoría de los pacientes se recuperan en 2 o 3 semanas, pero puede causar complicaciones graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía.
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