Las mujeres tienen mayor riesgo que los hombres de padecer un ACV. Por lo tanto reducir las posibles diferencias según el sexo es esencial para proporcionar un tratamiento equitativo y rápido.
Debido a la mayor disponibilidad de tratamientos para el ACV, la evaluación personalizada de los pacientes antes del tratamiento es más importante que nunca.
ACV: diferencias de género
La evidencia científica revela diferencias de género en el ACV en varios puntos:
- En la prevalencia
- En los tipos de síntomas atípicos
- En la prevalencia de síntomas que imitan el ACV
- En los tiempos entre la llegada al hospital y los estudios por imágenes
El tratamiento del accidente cerebrovascular (ACV) isquémico avanzó considerablemente en los últimos 10 años, en especial con la recuperación mecánica del coágulo a través del tratamiento endovascular, con administración del activador del plasminógeno tisular o sin él.
La evaluación apropiada de los pacientes con ACV isquémico en el ámbito prehospitalario y en el servicio de urgencias es esencial debido a la disponibilidad de estas intervenciones y a que la ventana temporal para el tratamiento endovascular se amplió desde 2017 a 16 - 24 hs tras el inicio.
Los signos y síntomas son esenciales para evaluar el ACV y para decidir el tratamiento
Diferencia según el sexo en la evaluación del ACV
Evaluación de los pacientes previo a la hospitalización.
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Activación prehospitalaria de los servicios de urgencias
Cada vez se da más importancia a la evaluación de los pacientes previa a la hospitalización, a fin de mejorar los resultados para el ACV isquémico, ya que el empleo de los servicios de urgencias se asocia con inicio más rápido del tratamiento.
De 12 estudios analizados, 7 fueron diseñados para examinar específicamente las diferencias según el sexo y solo cuatro hallaron diferencia en la utilización de los servicios de urgencias, si bien no se consideraron los factores que podrían explicar el empleo más frecuente de estos servicios por las mujeres que por los hombres (por ej. la edad, la gravedad del ACV y la función previa a este).
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La amplia variación en las proporciones de pacientes que utilizan los servicios de urgencias en estos estudios refleja una gama de motivos, entre ellos seguros de salud insuficientes (en los E.E.U.U.), escasez de sistemas de urgencias (en China), o poco conocimiento de los números telefónicos centralizados para los servicios de urgencias (en Brasil).
Signos y síntomas
Solo unos pocos estudios en los últimos 10 años evaluaron las diferencias según el sexo en el conocimiento de los signos y síntomas del ACV y no hallaron disparidades uniformes.
Las mujeres fueron menos proclives que los hombres a llamar una ambulancia o acudir inmediatamente al hospital
Por ejemplo, un estudio de más de 2400 individuos seleccionados al azar en España no mostró diferencia en el reconocimiento de los síntomas del ACV, pero ante la situación hipotética de sufrir o ser testigo de signos o síntomas de ACV, las mujeres fueron menos proclives que los hombres a llamar una ambulancia o acudir inmediatamente al hospital.
En cambio, un relevamiento de más de 130.000 personas del US Behavioral Risk Factor Surveillance System halló que, tras ajustar para varios factores, los hombres fueron más proclives que las mujeres a tener pocos conocimientos sobre el ACV.
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Un cuestionario efectuado en E.E.U.U. evaluó las actitudes tras el inicio del ACV en 80 mujeres de 24–93 años y examinó las interpretaciones de las mujeres acerca de la causa y la gravedad de los síntomas del ACV, sus respuestas cognitivas y conductuales a los síntomas y si las respuestas diferían según el tiempo que tardaron en acudir al hospital (antes o después de las 3 hs del inicio de los síntomas).
Las mujeres que llegaron al hospital después de 3 hs tuvieron más tendencia a responder que no querían molestar a nadie y habían preferido esperar para ver si los síntomas cedían
Asimismo fueron más proclives a hacer reposo, tomar medicamentos para tratar los síntomas, disimular los síntomas y continuar con sus actividades habituales.
Lamentablemente no se pudo evaluar una posible diferencia entre los sexos, ya que no se incluyeron hombres en el estudio. En la literatura médica hay carencia de comprensión sobre los factores culturales o geográficos que podrían influir en las diferencias en los conocimientos y las actitudes frente al ACV según el sexo.
Varios estudios mostraron la prevalencia creciente de signos y síntomas de ACV atípicos en las mujeres en relación con los hombres.