Tal vez porque esta práctica se realiza desde hace alrededor de 5.000 años y por lo general se asocia con algo bastante serio y que merece ser tratado con un respeto digno de la seriedad de la adultez. O tal vez porque se consideró siempre que las poses a realizar requieren cierta prestancia. O vaya uno a saber por qué. Lo cierto es que la mayoría de las veces se considera al yoga como algo que no está al alcance de los chicos.
En realidad sería bueno replantearse esto, porque el yoga también es ideal para los niños. Los beneficios generales van desde aprender a calmarse hasta ser más conscientes de sus cuerpos a través de la respiración adecuada y el autocontrol. Además, ayuda a que los niños tomen conciencia de la importancia de la armonía entre mente, cuerpo y espíritu. Aquí hay siete razones por las cuales debemos incentivar a los chicos a empezar a trabajar en el yoga.
El yoga ayuda con la flexibilidad
Una vez que los niños empiezan a aprender los conceptos básicos de estiramiento y respiración correcta, pronto empezarán a ganar en flexibilidad. Esto es ideal para la prevención de lesiones y esguinces cuando hacen otros deportes o juegan al aire libre.
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El yoga los va a ayudar a dormir mejor
La Fundación Nacional de Estudios del Sueño de EEUU ha encontrado que hasta un 69% de los niños menores de 10 no están durmiendo lo suficiente. El stress de los adultos de la familia se traslada de modo silencioso a los chicos. Hacer unas pocas poses de yoga antes de acostarse (como por ejemplo abrazar las rodillas en el pecho) puede permitirle a los chicos relajarse y prepararse mejor para recibir el sueño reparador.
El yoga es no competitivo
El deporte puede convertirse muy competitivo y es importante enseñar a los chicos a ganar y perder. Pero el yoga se centra en algo más que en la destreza atlética de los chicos: No hay énfasis en si alguien es obeso, demasiado delgado o simplemente no es lo suficientemente apto. El yoga puede trabajarse en cada cuerpo. También enseña a los niños a ganar autoestima, cualidad que tiende a ser olvidada en el campo de deportes.
El yoga ayuda a los niños a mantener la calma
Cuando los chicos aprenden yoga, incorporan poco a poco el conocimiento de la correcta respiración y saben que eso puede calmarlos. Cuando estas técnicas se combinan con juegos de yoga y canciones, pueden manejar fácilmente el estrés y recuperar la paz interior cuando las cosas se ponen difíciles.
El yoga puede ayudar a los niños con TDAH
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Sydney encontró que los niños con TDAH se beneficiaron de hacer yoga. Hubo una mejora en su comportamiento, la hiperactividad y la capacidad de atención.
El yoga puede ser divertido para los niños
Sin dudas el yoga puede ser un juego de niños. Pueden por ejemplo, imitar los sonidos de los animales de las poses que están haciendo, como el perro mirando hacia abajo con o el gato enojado. Pueden elegir también esteras coloridas, de manera que tengan un poco de diversión al hacer los diferentes ejercicios.
El yoga puede ayudar a los niños a concentrarse
Muchas de las posturas de yoga están conectadas con el equilibrio y la coordinación. Con el fin de hacer esto con éxito, los niños necesitan enfocarse y concentrarse. De este modo, mejoran la capacidad de atención lo que también los ayudará en sus estudios escolares.
Como hemos visto, el yoga para los niños (y adultos) ayuda a estar y ser más tranquilo y más relajado, mientras que al mismo tiempo ayudan a construir autoestima y confianza. También uno se torna mucho más consciente de la necesidad de paz y armonía interior.
Sin duda, pocas actividades “extracurriculares” pueden ofrecer tanto.
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