La salud vaginal es una parte importante de la salud general en la mujer. Un incorrecto cuidado de esta zona puede afectar la vida sexual, la fertilidad, y la capacidad de alcanzar el orgasmo. Cuando sufrimos algunas dolencia o malestar con cierta frecuencia, la calidad de vida se ve deteriorada y puede causar estrés y afectar nuestra confianza.
La salud vaginal
La región genital en la mujer está compuesta por la vagina y la vulva. Esta última es la que podemos observar con un espejo y reconoceremos de afuera hacia adentro: los labios mayores que son los más "gorditos” y que tendrán vellos al comenzar nuestro desarrollo de niñas a mujeres adultas, al separarlos está el clítoris y los labios menores. Cubierto por ellos está la uretra y más abajo la entrada de la vagina.
Te puede interesar: Cómo tener buena higiene menstrual y por qué es importante
A la vagina no la lavamos nosotras mismas, sino que se lava a través del moco, una secreción transparente o blanquecina, sin olor y que no produce picazón, que culturalmente mal llamamos flujo.
La vulva, en cambio, sí hay que lavarla diariamente, pero no más de 1 o 2 veces en el día. Es importante el uso de jabones con características lo más parecido a nuestra zona genital. Por ejemplo, en niñas prepuberes y en la menopausia se deberían usar jabones neutros (ph similar a 7), y en la adolescencia y edad adulta podrían ser beneficiosos los jabones más ácidos, que pueden conseguirse en las farmacias, y que están dermatológica y ginecológicamente testeados.
Leer más: Las consultas más frecuentes en ginecología
Cómo cuidar correctamente la zona genital
Uno de los principales síntomas de que hay un problema en la zona vaginal puede ser el desarrollo de una vulvitis o vulvovaginitis, que es una inflamación de la vulva y/o vagina debido a un desbalance en nuestra flora genital (microorganismos que conviven normalmente con nosotros). ¡Evitar el desbalance y mantener el ph es posible!
- Lavar la vulva diariamente con jabones adecuados. Es decir, separando los labios mayores, sin lavar la vagina.
- Utilizar ropa interior de algodón (absorbe más la humedad), en lo posible sin encaje y del tamaño adecuado a nuestro cuerpo y nuestras preferencias. En caso de ser posible, utilizar ropa interior blanca o clara, ya que una pequeña parte de la población presenta alergia a los pigmentos que se utilizan para teñir la ropa.
- Uso correcto de protectores diarios. Se recomienda la utilización de los protectores de tela de algodón, sin perfumes ni otros químicos que puedan favorecer la irritación de la piel, y que se cambien regularmente (cada 2 o 3hs dependiendo de cada una).
Podés ver: Cáncer de ovario: los marcadores tumorales en ginecología
- Evitar el uso de bidet.
- Para continuar con el tema de la higiene es de suma importancia la sanitización correcta de los juguetes sexuales o dildos cada vez que vayan a usarse, al igual que nuestras manos y las de nuestra pareja.
- En cuanto a la depilación, independientemente de la forma en que nos depilemos: cera, afeitado o definitiva, es recomendable que no sea completa. Los vellos en nuestros labios mayores disminuyen las posibilidades de dermatitis irritativa.
- El uso de geles lubricantes adecuados a nuestras características y gustos es muy importante para prevenir micro lesiones que puedan ocasionar sangrados, ardor y malestar en nuestra zona genital. Y más importante aún es que sean a base de agua para prevenir que el preservativo se rompa.
Ver más: Cómo hablar de sexo con adolescentes
- Una de las recomendaciones más importantes es el uso de métodos de barrera en una relación sexual: campo de látex y preservativo. El evitar el contacto con otra zona genital evitará contagios innecesarios que pueden complicar tu salud física. No solo previenen ciertas enfermedades de transmisión sexual o el embarazo no deseado, sino que también es higiénico.
- Algunos factores como el abuso de sustancias, alcohol, y nicotina, pueden disminuir el deseo sexual y producir una disfunción del orgasmo.
- Una recomendación importante es que, ante una relación anal, no se debe permitir la penetración vaginal posterior, a menos que se hayan dado todas las pautas higiénicas correctas, ya que puede traerte consecuencias no agradables y necesitar de medicación específica.
Te puede interesar: Menstruaciones irregulares: cuándo son un signo de alerta
Uno de los errores más comunes es tratar la higiene de la vagina como la de cualquier otra parte del cuerpo. A nuestra zona genital debemos proporcionarle cuidados diferentes para evitar malestares y recordar que ante una relación sexual la satisfacción debe ser antes, durante y después del acto.
Continuar leyendo:
- Infecciones vaginales recurrentes: tomar consciencia y prevenir
- Qué es el vaginismo: síntomas, causas y tratamientos
- Sexualidad femenina después de los 40: por qué decae y qué hacer
- 8 mitos sobre el sexo que los especialistas escuchan con frecuencia
- Ginecología y obstetricia: 100 respuestas a las dudas más frecuentes
- ¿Es peligroso dormir con tampón?
- Cómo tener mejor sexo según la ciencia
- Cómo y cuándo hablar sobre la primera menstruación
- 10 mitos y verdades sobre la píldora del día después
- Qué es la copa menstrual y cómo se usa
- Qué son los miomas uterinos: síntomas y tratamiento
- Cómo funciona la pastilla del día después
- Ovario poliquístico y fertilidad: qué es y cuándo afecta las chances de ser madre
- Irregularidades del ciclo menstrual: cuáles son y cómo se relacionan con la infertilidad