Están de moda y son los productos más caros en muchas tiendas y supermercados. En los últimos años, estuvieron asociados a un tipo de alimentación más bien "premium" por sus costos y sus formas de distribución. Sin embargo, están cada día más instalados y mucha gente los empieza a sumar a su día a día para cuidar su nutrición. Cuáles son las ventajas y desventajas de los alimentos orgánicos que debes conocer para tomar decisiones con buena información.
Es importante aclarar, antes que nada, qué son los alimentos orgánicos. Son aquellos que se producen o cultivan de forma natural o mediante la agricultura orgánica. Es decir, no se procesan, no se refinan y no tienen aditivos, fertilizantes o químicos. Pueden ser verduras, frutas, pescado, productos lácteos y carnes.
Más allá de sus características propias, los alimentos orgánicos promueven el equilibrio ecológico, así como la conservación de la biodiversidad y el buen uso de los recursos. Por eso, cuando se habla de sus beneficios o ventajas, es importante ir más allá de ellos y pensarlos integralmente y en contexto.
Ventajas y desventajas de los alimentos orgánicos
Mucha gente se pregunta cuáles son las ventajas y desventajas de los alimentos orgánicos y es importante aclarar que se estarán comparando cosas distintas, ya que los beneficios en términos nutricionales están claros y son indiscutibles. Veamos.
Ventajas de los alimentos orgánicos
- Son más nutritivos: los vegetales, en términos de composición química, tienen concentraciones más altas de polifenoles, flavanonas y mayor contenido de otros nutrientes, como flavonoles, ácidos fenólicos y antocianinas.
- Tienen un mayor nivel de antioxidantes: según diversos estudios, las frutas y verduras orgánicas contienen un 40% más de antioxidantes. Esto es beneficioso porque colaboran en la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y distintos tipos de cáncer.
- Son más saludables: tienen niveles más bajos de antinutrientes y de residuos de pesticidas detectables. Al ser cultivados orgánicamente, están libres de pesticidas y herbicidas que puedan tener efectos nocivos para la salud. Además, no tienen conservantes.
- Son más ricos porque tienen mejor sabor: los alimentos convencionales o no orgánicos contienen aditivos que pueden alterar el sabor. Por eso el sabor es mejor y más natural en la agricultura orgánica, que permite que los alimentos tengan sustancias químicas y sales minerales más saludables, que aumentan el valor y la calidad nutricional.
- Son más seguros para comer: muchos alimentos conviencionales tienen productos químicos y restos de pesticidas que se han usado en su producción. De hecho, algunos herbicidas y fertilizantes están asociados al desarrollo de trastornos inmunológicos y algunas enfermedades. Lo mismo ocurre con las hormonas con las que se estimulan algunos animales: en las carnes orgánicas, al igual que en los huevos, ese riesgo desaparece.
- Mejoran la salud a largo plazo: una vez que tu cuerpo se acostumbra a comer alimentos orgánicos, tus papilas gustativas y tu cuerpo desarrollarán cierta aversión a la comida chatarra, lo que te ayudará a mantener un peso bueno y saludable.
En Estados Unidos, las regulaciones establecen que, para ser rotulados como orgánicas, las carnes deben provenir de animales alimentados con alimentos que estén certificados como orgánicos y no contengan subproductos animales. Tampoco se deben usar antibióticos ni hormonas de crecimiento. Además, la producción animal no debe involucrar ingeniería genética o irradiación.
- Son más respetuosos con el medio ambiente: la agricultura orgánica utiliza estiércol en lugar de fertilizantes, rotación de cultivos en lugar de un solo cultivo y desmalezado para herbicidas, entre otras cosas. La no utilización de productos químicos en los cultivos protege al medio ambiente de la contaminación.
- Fortalecen las economías locales: al comprar alimentos orgánicos, apoyamos a los agricultores locales y la economía local de la comunidad en que vivimos, generando un círculo virtuoso que excede nuestro bienestar personal para impactar a un nivel socioeconómico de otra escala.
- Promueven una familia saludable y comprometida con la ecología y el cuidado del planeta: cuando consumimos alimentos orgánicos y apoya su crecimiento, de alguna manera está haciendo su parte en la conservación del medio ambiente.
Como verás, los beneficios de los alimentos orgánicos son muchos. Tienen que ver con la relación de los alimentos y los efectos en el organismo desde una mirada más profunda y a largo plazo.
Los alimentos orgánicos son todos aquellos productos que han sido elaborados (desde el cultivo hasta el procesamiento) sin utilizar ningún tipo de elementos químicos (agroquímicos, aditivos, pesticidas) y sin la participación de organismos genéticamente modificados (transgénicos). Son alimentos que, en su producción integral, tiene un especial cuidado por el medioambiente y la utilización de productos biodegradables aún en el empaquetado.
Qué son los alimentos orgánicos: ejemplos
- Verduras, brotes, legumbres y frutas.
- Cerdos, pollos, pavos, huevos, conejos, pescados.
- Café, yerba, té, hierbas.
- Almendras, avellanas, damascos, nueces.
- Jugos y vinos.
- Cacao.
- Mermeladas, dulces, mieles, jaleas.
- Aceites de oliva, girasol, uva, etc.
- Yogures, leches y quesos.
La diferencia entre la comida orgánica y la que no lo es radica en que la primera está hecha sin fertilizantes ni plaguicidas sintéticos.
Desventajas de los alimentos orgánicos
Los alimentos orgánicos con frecuencia cuestan más que los alimentos similares cultivados con los métodos habituales (convencionales). Los precios más altos se deben, en parte, a las formas más costosas de cultivar. Pero analicemos el tema punto por punto:
- Son más costosos: como los agricultores orgánicos no utilizan productos químicos ni métodos artificiales para cultivar o para criar ganado, la producción es mucho menor. Además, son alimentos que tienen más horas de trabajo manual. Por eso, porque requiere mucho trabajo, los costos de la agricultura orgánica son elevados.
- Duran menos: al no tener conservantes, tienen una vida útil más corta y tienden a echarse a perder más rápido que los alimentos convencionales.
- Son más difíciles de conseguir: es porque no están ampliamente disponibles. Por su costo, por su duración y por el tipo de producción y distribución que conllevan, no están en todos lados como los alimentos comunes.
- Están sobrepromocionados: todavía faltan estudios que confirmen que las ventajas de los alimentos orgánicos sobre los convencionales son tan contundentes como se promocionan. Según informes de la Clínica Mayo, de Estados Unidos, algunos datos permiten observar posibles beneficios para la salud de los alimentos orgánicos en comparación con los alimentos cultivados de la manera habitual (convencional) pero hay poca información que demuestre cómo estas diferencias pueden ofrecer posibles beneficios para la salud en general.
- No evitan las enfermedades transmitidas por alimentos: es más, la prevalencia de E. coli es mayor en productos orgánicos que en sus contrapartes convencionales. Los cultivos orgánicos también tienen un 5% más de riesgo de contaminarse. Esto puede tener algo que ver con el uso de estiércol como fertilizante.
Como verás, los pros y los contras de la comida orgánica pueden ser similares en número. No obstante, lo cierto es que, aunque sea un poco más cara, es más beneficiosa si analizamos la cuestión en diversos planos.
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