El 12% de los argentinos dice ser vegano o vegetariano, aunque también existen otras tendencias como frugivorismo o flexitarianismo. Los lingüistas de la plataforma Babbel repasan las palabras que debés conocer para entender esta tendencia.
Qué es el veganismo
El veganismo es un estilo de vida que promueve el respeto a los animales, lo que implica no usar ni consumir productos obtenidos de su explotación. A menudo se relaciona con el hecho de dejar de comer carne pero, lo cierto, es que va más allá, fomentando un estilo de vida respetuoso con el mundo animal y el medio ambiente.
Esta tendencia ha ido ganando popularidad no solo a nivel mundial sino también en Argentina, ya que el 12% de la población se declara vegana o vegetariana.
A nivel lingüístico, este modo de vida se ha verbalizado en una serie de términos y expresiones que describen y acotan las posibles tendencias alimenticias sin derivados de animales en la dieta. Por eso, un equipo de lingüistas de la aplicación de aprendizaje de idiomas Babbel, consciente de la importancia de analizar la evolución gramatical de las palabras en los distintos idiomas y de su correcto uso, ha recopilado las principales expresiones de la jerga vegana y vegetariana.
“En Babbel, nuestro trabajo como lingüistas es crear entendimiento mutuo a través de las lenguas. Para eso, acompañamos la evolución y el uso de las lenguas en diversos contextos como noticias, redes sociales, discursos políticos y nuestras propias interacciones con con todas las personas que aprenden con nosotros”, ha añadido David Marín, Lingüista Senior de Babbel.
Veganismo: palabras y expresiones más utilizadas
- Vegetarianismo: Es la tendencia más antigua y probablemente la más extendida. Es una práctica alimentaria basada en el consumo de vegetales y nada de carne ni pescado. Dentro de este régimen alimenticio hay variantes, como se explica en los próximos párrafos, en función de los alimentos que completen la dieta.
- Lactovegetarianismo: Aquel que elimina de la dieta, además de la carne y el pescado, los huevos, pero no los lácteos y sus derivados.
- Ovovegetarianismo: A la inversa que en la acepción anterior, este término se refiere a aquellas personas que no consumen, además de ni carne ni pescado, productos lácteos ni derivados, pero sí incluyen en su rutina alimenticia el huevo.
- Ovolactovegetarianismo: En esta etiqueta, se incluye aquel que incorpora a la dieta tanto huevos como lácteos u otros alimentos vegetales como cereales o legumbres. Ciertamente, es la variación del vegetarianismo menos restrictiva y más común en Occidente. Muchas de las personas que dicen ser vegetarianas se refiere, en realidad, a ser ovolactovegetarianas.
- Veganismo: En este caso, el término es muy conocido y la principal diferencia a nivel alimentario con el vegetarianismo y sus variantes explicadas anteriormente, el estilo de vida vegano implica eliminar de la dieta cualquier producto de procedencia animal y sus derivados, haciéndose extensivo a todo aquello que para ser producido implique algún tipo de sufrimiento animal. El término vegano (vegan) se acuñó en 1944 para reunir, en Reino Unido, a un grupo de vegetarianos que no consumían ni lácteos ni huevos y, desde entonces se reivindica una alimentación libre de productos de origen animal.
- Flexitarianismo: Este vocablo nacido de la combinación de “flexible” y “vegetarianismo”, hace alusión a esa dieta basada fundamentalmente en vegetales, pero en la que, ocasionalmente, se incluyen carne o pescado.
- Frugivorismo: Esta es una dieta vegana basada en frutas crudas o verduras clasificadas como frutas. Quien se identifica con esta tendencia, se le conoce como frugívoro.
- Crudiveganismo: Por último, habría que incluir este término que hace referencia a una tendencia del veganismo que basa su dieta en alimentos crudos.