Las especias son ingredientes de origen vegetal que se caracterizan por sus propiedades aromáticas. Tienen una larga tradición en la cocina, y muchas de ellas están fuertemente integradas a la cultura culinaria de cada pueblo y país.
Estos condimentos funcionan como exaltadores del sabor de las comidas, llevando cada plato a niveles óptimos. Además de su aporte de sabor, color y aroma, las propiedades de las especias van más allá de sus características culinarias. Estos condimentos son fuentes concentradas de nutrientes. Algunos tienen, incluso, más antioxidantes que muchas frutas y verduras.
Especias: sus beneficios
Sumadas a las hierbas aromáticas, las especias son la mejor combinación perfecta para muchos alimentos, desde sopas, ensaladas y carnes, hasta los panes, pescados y dulces.
Poca cantidad, enorme beneficio
Las especias no suman calorías, por lo tanto son ideales para cuidar el peso. Así, por ejemplo, especias como el chile o la mostaza son un aliado perfecto para ayudar a adelgazar sin perder sabor en las comidas. Además, tienen la capacidad de aumentar el efecto térmico de los alimentos en las horas siguientes a su ingestión.
Determinadas hierbas y especias, como el azafrán, la pimienta, el curry, son buenas para controlar los niveles de tensión arterial. Las hierbas y especias pueden sustituir a la sal (reduciendo el aporte de sodio) y son un complemento perfecto para evitar la retención de líquidos en el cuerpo. Al reducir los niveles de tensión arterial, también disminuyen los riesgos de padecer problemas cardiovasculares.
Hierbas aromáticas y especias
- Albahaca: Se puede añadir a ensaladas, pasta y guisos. Es buena para aliviar los dolores reumáticos.
- Orégano: Se puede añadir a ensaladas (combina muy bien con el tomate), salsas, caldos y pizzas. Es un buen expectorante.
- Tomillo: De efecto expectorante y antiséptico, combina con una gran variedad de alimentos (arroz, carne, pescado, caldos…).
- Pimentón: Ayuda a reducir el colesterol gracias a su contenido en capsaicina, un antioxidante. Ideal para añadir a las patatas o para las recetas de pulpo.
- Comino: Mejora la digestión. Es ideal para los platos de carne, pescado, ensaladas o legumbres.
- Azafrán: Previene la aterosclerosis, gracias a su contenido en crocetina, el pigmento que le aporta su característico color. Combina con arroz, pasta, guisos… realzando su sabor.
- Estragón: Evita la hinchazón y la acidez estomacal. Se puede añadir a las recetas de pollo o de huevos, y también en la elaboración de salsas.
- Laurel: De los más utilizados, el laurel. Es bueno para prevenir los problemas de gases y las digestiones difíciles.
- Guindilla: De efecto termogénico. Dale un toque picante a tus platos, aunque siempre con moderación. Tanto el pimentón, como la guindilla o el chile no se aconsejan tomar en caso de problemas de úlcera o de hemorroides.
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Su conservación es clave
Un dato clave para tener en cuenta es que, para que mantengan todas sus propiedades, hay que prestar atención a la conservación de las hierbas y especias. Así, en el caso de las hierbas, lo mejor es envolverlas en un papel ligeramente húmedo, meterlas en una bolsa y guardarlas en la nevera.
En el caso de las especias, las podemos colocar en recipientes de vidrio, perfectamente tapados y colocados en un lugar seco y fresco.
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