Es probable que más de una hayas escuchado hablar del reloj biológico. Es un concepto que la mayoría no sabemos explicar con rigor técnico, pero entendemos que es algo que tiene que ver con los ritmos orgánicos personales. Es decir, con las maneras en que nuestro cuerpo y nuestra mente funcionan a lo largo del día y la noche o ciclos circadianos. Te contamos de qué se trata y por qué es importante aprender sobre ellos.
La alteración de los ciclos circadianos nos hace tener una mayor predisposición a determinadas patologías, como cáncer, diabetes o obesidad.
Qué son los ciclos circadianos
Los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas. Son procesos naturales que ocurren en nuestro organismo (y en el de la mayoría de los seres vivos) y que responden principalmente a la luz y la oscuridad, que son sus principales reguladores.
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La palabra circadiano significa "alrededor de un día". Proviene de las palabras latinas "circa" (alrededor) y "diem" (día) y describe el ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo a lo largo de 24 horas.
Qué factores influyen en los ciclos circadianos
Los ritmos circadianos se ven afectados principalmente por la luz y la oscuridad, y están controlados por un área pequeña en el medio del encéfalo, en una región del cerebro llamada hipotálamo. Pueden afectar el sueño, la temperatura del cuerpo, las hormonas, el apetito y otras funciones del cuerpo.
De hecho, los ritmos circadianos anormales a veces se relacionan con la obesidad, la diabetes, la depresión, el trastorno bipolar, el trastorno afectivo estacional y los trastornos del sueño; por ejemplo, el insomnio.
Ritmo circadiano y reloj biológico
El ritmo circadiano a veces se llama "reloj biológico". La cronobiología es el estudio de los ritmos circadianos. Un ejemplo de ritmo circadiano relacionado con la luz es dormir en la noche y estar despierto en el día. Entender cómo funciona puede ayudarte a sostener hábitos que cuiden mejor tu salud y potencien tu bienestar.
Los ritmos circadianos forman parte de lo que conocemos comúnmente como como ‘reloj biológico’ o ritmos biológicos, que son tres: ritmos circadianos (ciclos de aproximadamente 24 horas, como los periodos de sueño-vigilia), ritmos infradianos (ciclos de más de 24 horas, como el ciclo menstrual) y ritmos ultradianos (ciclos de menos de 24 horas, como las fases del sueño).
Los ritmos circadianos son las fluctuaciones periódicas que se producen en nuestro organismo a lo largo del día, parámetros biológicos como la presión sanguínea, la excreción de agua y urea en orina o los niveles hormonales, sufren variaciones a lo largo del día; por ejemplo, los niveles de cortisol -la hormona del estrés- son más altos por la mañana que por la tarde.
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Estos ciclos se repiten constantemente en periodos de 24 horas y son debido a una sincronización con el medio ambiente. Los parámetros ambientales más importantes son los ciclos de luz/oscuridad, que nos sincronizan con la rotación de la tierra, y los cambios estacionales, que lo hacen con el giro de la tierra alrededor del sol.
Nuestro organismo capta esas señales ambientales y las procesa en una región de nuestro cerebro llamado núcleo supraquiasmático (SCN), que funcionaría como el ‘reloj principal’, emitiendo órdenes que sincronizan al resto del cuerpo.
De este modo, nuestro cuerpo se sincroniza con la tierra para que tengamos sueño de noche o más hambre a determinadas horas del día. Debido a la sincronización con el ambiente, nuestro organismo predice en qué momento vamos a necesitar energía, regulando los procesos metabólicos.
En cuanto al sueño, los ritmos circadianos controlan los niveles de melatonina, hormona que regula los ciclos de sueño-vigilia, aumentando sus niveles durante la noche.
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