Es cada vez más frecuente encontrar en las tiendas de alimentos y supermercados productos 'sin lactosa', un tipo de azúcar que se ha ganado el foco de la industria. Pero, ¿son más saludables? ¿Qué es la lactosa? Conoce las ventajas e inconvenientes de optar por su ingesta.
Cada vez hay más personas que se interesan por los productos libres de lactosa, pero los médicos destacan no es aconsejable tomarlos si no se sufre una intolerancia o alergia a este azúcar, sobre todo en etapas de crecimiento. ¿La razón? Por la lactosa tiene propiedades dietéticas, probióticas y ayuda a la absorción del calcio.
Qué es la lactosa
En los últimos años, se ha popularizado el consumo de leche y productos 'sin lactosa', con estimaciones de crecimiento del 27% cada año. Este crecimiento no está necesariamente asociado a una mayor incidencia de patologías relacionadas con la digestión de la lactosa, sino que responde a otras motivaciones.
Muchas personas que no tienen problemas para digerir este azúcar optan por productos 'sin lactosa' porque entienden que son más saludables o se digieren mejor. Es importante arrojar luz sobre algunos mitos y verdades al respecto.
La lactosa es conocida también como el azúcar de la leche. No es para nada dañina: da sabor y, ante todo, es una fuente de energía natural. Algunas personas tienen intolerancia o problemas de digestión con esta sustancia, pero no se trata de una enfermedad sino de una condición
La lactosa es un hidrato de carbono simple, es decir, lo que comúnmente conocemos como 'azúcar'. Está formado por la unión de dos azúcares más sencillos (llamados monosacáridos), la glucosa y la galactosa.
En condiciones normales, la lactosa se digiere en el intestino delgado y pasa a la sangre, que las transporta hasta los tejidos para servir como fuente de energía. Sin embargo, las células intestinales de las personas que presentan intolerancia a la lactosa no son capaces de secretar esta enzima, lo cual genera cuadros molestos a nivel intestinal.
Cuando la lactosa no se digiere y llega íntegra al intestino grueso, produce las típicas diarreas, gases, distensión abdominal y flatulencias. Por eso muchas personas prefieren bajar el nivel de lactosa que consumen a diario.
Cualquier persona que no sea alérgica a la leche puede tomarla y obtener los beneficios de la leche sin lactosa, pues la eliminación del azúcar de la leche no altera el resto de las propiedades nutricionales ni afecta en ningún modo a la salud de los no intolerantes.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa es la incapacidad de digerir la lactosa, lo que genera molestias intestinales, como hinchazón, diarrea o gases. Sin embargo, estos síntomas no son exclusivos de la intolerancia a la lactosa y pueden estar relacionados con factores psicológicos, como el estrés y traumas emocionales, o trastornos intestinales que se producen en diferentes situaciones.
Es clave no confundir intolerancia a la lactosa con alergia a la leche. La alergia a la leche es alergia a la proteína, no a la lactosa, que es un azúcar. Los alérgicos no deben consumir ni tocar lácteos, independientemente de su contenido en lactosa.
Síntomas de intolerancia a la lactosa
Los signos y síntomas de la intolerancia a la lactosa suelen comenzar entre 30 minutos y 2 horas después de comer o beber alimentos que contienen lactosa. Los siguientes son signos y síntomas comunes:
- Diarrea
- Náuseas y, a veces, vómitos
- Cólicos estomacales
- Hinchazón
- Gases
Pros y contras de tomar leche y productos 'sin lactosa'
Es muy positivo que los productos 'sin lactosa' inunden el mercado, porque eso supone que están accesibles para las personas con intolerancia a la lactosa a un precio razonable (aunque sigue siendo superior al de sus homólogos convencionales). Pero quienes no tienen problemas de intolerancia no debería consumir estos alimentos de manera habitual.
Según los nutricionistas, eliminar la lactosa si no tienes problemas no es algo aconsejable. En primer lugar, porque la leche sin lactosa solo es más digestiva para las personas con intolerancia a la lactosa. Para las personas tolerantes a la lactosa, cuyo organismo produce enzima lactasa con normalidad, consumir leche sin lactosa es contraproducente porque el cuerpo poco a poco dejará de producir la enzima lactasa y podemos provocarnos una intolerancia a la lactosa progresiva.
La leche sin lactosa tiene los mismos valores nutricionales que la normal, así que no es más ligera. Además, solo es más digestiva para las personas con intolerancia.
Además, algunas mujeres optan por la leche sin lactosa porque quieren adelgazar o tener unas digestiones más ligeras. Pero hay que tener en cuenta que beber leche sin lactosa puede generar, a largo plazo, un déficit de calcio en los huesos.
Es importante saber que hay alimentos con lactosa que no son lácteos. Existen algunos otros alimentos, tales como las carnes procesadas, los cereales, los frutos secos, algunas comidas preparadas o suplementos de proteínas, entre otros, que también contienen lactosa entre sus componentes.
Para estar más seguro de si un alimento tiene o no lactosa es recomendable fijarse siempre en las etiquetas. Por lo general, la etiqueta debería detallar si el producto contiene lactosa.
Es importante también saber que la lactosa está presente cuando en la etiqueta se especifica que el producto contiene lactosuero, suero, sólidos de leche, ingredientes modificados de la leche, etc.
¿La lactosa engorda?
No. El mayor aporte energético de la leche viene determinado por las grasas que contiene. Si lo que pretendemos es una dieta baja en calorías, debemos tomar leche desnatada; lo que es la leche sin lactosa como tal no ayudará en nuestro propósito.
Como a la leche sin lactosa no se le quita nada, en todo caso se le añade, no contiene ni menos calorías, ni menos carbohidratos, ni menos grasas. Tiene exactamente los mismos valores nutricionales que la leche normal.
Así que si quieres llevar una dieta sana y quitarte algunas calorías, lo tuyo es la leche desnatada sin lactosa que por supuesto que existe y es uno de los productos lácteos sin lactosa más demandados.
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