Pensar que tenemos un alma gemela puede arruinar nuestras relaciones

Si queremos comprender la ciencia detrás de las relaciones, tenemos que entender el término “disonancia cognoscitiva”.  Se trata de una frase utilizada por los psicólogos para describir la incomodidad que sentimos cuando nuestras acciones no se condicen con nuestros pensamientos.

Cuando esto sucede, las personas intentamos acomodar nuestras creencias a nuestras acciones para dejar de sentirnos desalineados.

Por ejemplo, si pensaramos que la contabilidad es aburrida y luego encontraramos un empleo como contadores, empezaríamos a convencernos de que se trata de una disciplina divertida incluso antes de arrancar a trabajar.

Pero, el término también puede usarse para explicar por qué tantas personas creen que han encontrado al amor de su vida o “su alma gemela”.

Si pensáramos que la contabilidad es aburrida y luego encontráramos un empleo como contadores, empezaríamos a convencernos de que se trata de una disciplina divertida incluso antes de arrancar a trabajar

La reconocida psicóloga Esther Perel plantea que una vez que hemos elegido pareja crearemos argumentos para justificar por qué se trata de la persona correcta.

Se trata del mecanismo que utilizamos para lograr coherencia. No podemos vivir con la idea de haber elegido a una persona y que no sea la “correcta”. Entonces, lo hacemos funcionar convenciendonos de que es el amor de nuestra vida.

La especialista explica que la mayoría de las personas sienten ansiedad por elegir pareja de entre millones de personas.

Si bien es cierto que algunas de esas personas tienen más afinidad con nosotros, no es cierto que exista el amor de nuestra vida o nuestra pareja “ideal”.

No podemos vivir con la idea de haber elegido a una persona y que no sea la “correcta”

No existe un alma gemela, sino que existe alguien con quien decidimos construir una relación. Podría haber sido otra persona.

Pensar que encontramos al amor de nuestra vida forma parte de lo que los psicólogos llaman “creencias de destino” y puede ser perjudicial para la relación.

Un estudio publicado por el Journal of Personality and Social Psychology plantea que las personas que creen en almas gemelas tienden a perdonar menos una trasgresión  que quienes consideran una relación de pareja como una construcción.

Además, las personas con creencias de destino tienden a no superar los obstáculos que se presentan en la relación.

Por el contrario, las personas que son conscientes de que la pareja se elige y construye día a día, se esfuerzan más por sobreponerse a las piedras en el camino.

Esto no quiere decir que debamos conformarnos con cualquiera y luego podremos mejorar la relación

Esto no quiere decir que debamos conformarnos con cualquiera y luego podremos mejorar la relación. Eso suena horrible y es probable que tampoco funcione.

Se trata de encontrar alguien que te haga feliz y quiera hacer el esfuerzo conjunto que una pareja requiere.  Lo importante es saber que el conflicto es inevitable.

Otro punto importante a resaltar es que si nos convencemos de que estamos junto a nuestra alma gemela la ruptura puede volverse más complicada.

Sufriremos mucho más tiempo porque nuestra mente está convencida de que estamos frente a la única persona en el mundo que nos amará y podemos amar. Eso no es cierto.

No existe tal cosa como el amor de tu vida sino alguien con quien elegimos compartir la vida.

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