Es sabido que en las últimas décadas la mujer ha retrasado la maternidad para darle prioridad al desarrollo profesional, económico y social en su vida. Las estadísticas revelan que, cada vez más, una vez alcanzados estos objetivos la mujer empieza a contemplar la posibilidad de ser madre, y lo hace con un promedio de edad de 38 años. En el caso del varón, el crecimiento profesional siempre ha sido priorizado, y el deseo de paternidad ha llegado más tarde, variando entre los 20, los 30 y hasta los 40 años. Según los expertos, en el género masculino también la edad atenta contra el potencial reproductivo: el varón también tiene su reloj biológico, pero la disminución de la calidad espermática llega más tarde que en la mujer.
“Vemos que muchos hombres posponen su paternidad para la cuarta década de vida por diversos motivos, como puede ser lograr mejores expectativas en el ámbito profesional y económico o hasta por motivos personales, como el no de haber conseguido una pareja con quien afrontar el proyecto o al encontrarse en un segundo matrimonio con ganas de formar una familia”, explica la licenciada María Villamil, psicóloga de IVI Buenos Aires.
Además, el aumento de expectativa de vida, los avances en la medicina reproductiva con el uso de técnicas como la donación de gametos permiten que parejas logren el embarazo en una edad avanzada.
¿Existe el reloj biológico en el varón?
Según la American Society for Reproductive Medicine (ASRM), a diferencia de la disminución de la fecundidad temprana visto en las mujeres, la disminución en el varón en las características del semen se produce mucho más tarde, a partir de los 50 años.
Aunque no son tan bruscos como los cambios en las mujeres, la fertilidad y la función sexual también disminuyen en los hombres a medida que envejecen
Aunque no es tan brusca o perceptible como los cambios en las mujeres, los cambios en la fertilidad y la función sexual se producen en los hombres a medida que envejecen. A pesar de estos cambios, no hay una edad máxima a la que un hombre no pueda engendrar un niño, según lo evidenciado en los hombres de entre 60 y 70 años que conciben con parejas más jóvenes.
A medida que los hombres envejecen, sus testículos tienden a hacerse más pequeños y más suaves, y la morfología de los espermatozoides (forma) y la motilidad (movimiento) tienden a disminuir. “Existe un riesgo ligeramente mayor de defectos genéticos en su esperma a mayor edad. Los hombres de edad avanzada pueden desarrollar enfermedades médicas que afectan negativamente a su función sexual y reproductiva”, profundiza el doctor Fernando Neuspiller, director de IVI Buenos Aires.
A medida que los hombres envejecen,la morfología de los espermatozoides se ve afectada y la motilidad (movimiento) tienden a disminuir
“Es importante saber que alrededor del 30% de los problemas de fertilidad son de origen masculino, de los cuales el 90% están directamente relacionados con una dificultad en la producción de espermatozoides y/o de su movilidad o morfología”, agrega Neuspiller.
¿Cómo se puede incrementar la calidad del semen?
El semen tiene un ciclo de formación de unos 70 días, por lo tanto hay ciertos factores a tener en cuenta meses previos al inicio de la búsqueda de un bebé o un tratamiento de reproducción asistida.
Estos factores son:
- Disminuir el consumo de tabaco, alcohol, marihuana y otras drogas o fármacos.
- Reducir el estrés.
- Evitar la exposición prolongada a radiaciones electromagnéticas, altas temperaturas y pesticidas.
- Evitar el sobrepeso o la mala alimentación.
- Realizar actividad física regular y fomentar la buena alimentación, rica en ácido fólico, zinc y antioxidantes.
- Consumir vitaminas E, A, C, y B12 que se encuentran en frutas y verduras.