Un cubículo de vidrio plástico con un almohadón, verde pasto sintético, unos auriculares para escuchar música o aislarse del entorno y unos cachorros de perro para acariciar. Básicamente en eso consisten las nuevas jaulas anti estrés que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires comenzó a instalar en espacios públicos.
Ubicada por ahora en Plaza Inmigrantes de Armenia del barrio de Palermo la cabina está ubicada sobre el paso peatonal, que en este pulmón verde es de adoquines, al lado de los juegos para chicos.
En la parte trasera hay paneles de madera. En la parte externa se ve el logo de la Ciudad de Buenos Aires y la leyenda “Cabina Anti-Estrés”. En esa estructura de madera hay unas rendijas por donde salen los cachorros que los usuarios pueden acariciar mientras escuchan música con los auriculares.
Según informa el diario La Nación, fuentes del ministerio de Ambiente y Espacio Público explicaron que la cabina se instaló por por primera vez en la Plaza Armenia, en Palermo, para que la gente sienta el cariño de las mascotas. "Los vecinos que pasan por ella viven una sorpresiva experiencia: aislados del ruido de la ciudad, y sin saber lo que ocurrirá dentro, interactúan con perros y gatos", indicaron funcionarios del ministerio a ese medio.
"La actividad consiste en ingresar a la cabina, en la que se puede disfrutar de música relajante y una locución que invita a los que participan a colocarse auriculares, encontrar una posición cómoda y cerrar los ojos. Una vez que el visitante consigue relajarse, la locución pide que abran los ojos: allí se encuentra rodeado de cachorros caninos o felinos. Inmediatamente los rostros muestran el cambio de ánimo, menos estrés y alegría", agregaron.
Sumando detractores y defensores, la medida del gobierno porteño no paso desapercibida y recogió criticas y apoyos en las redes sociales.