Mindfulness es una técnica de meditación cuyo objetivo es lograr la atención plena. Ayuda a despejar, descansar y aclarar la mente, a reducir la tensión nerviosa y a reequilibrar las emociones.
Para el experto en psicoterapia y programación neurolingüística (PNL) Gustavo Bertolotto, ”el mindfulness o atención plena consiste en prestar atención de una forma consciente a la experiencia que se tiene en el instante presente, con interés, curiosidad, aceptación y sin juzgar”.
Practicar mindfulness con regularidad “ayuda a disminuir el estrés y los efectos nocivos que nos provoca tanto a nivel físico como mental y que nos impiden llevar una vida más plena”. Nos enseña a centrar nuestra atención en lo que hacemos en cada momento y a percibir qué sentimos o pensamos, por qué y para qué, así como a rechazar los automatismos y a desarrollar un estilo de vida autoconsciente, según Jon Kabat-Zinn, director del Centro para el Mindfulness de la Universidad de Massachussets, en Estados Unidos.
Según Kabat-Zinn, observar la propia respiración es el ejercicio más fácil y adecuado para iniciarse en la atención plena. Hay distintos lugares del cuerpo en los que podemos centrar dicha observación. Uno de ellos es el estómago, que si está relajado se hincha y deshincha con cada respiración. “El objetivo es darse cuenta de las sensaciones que acompañan a la respiración consciente en un lugar corporal concreto y mantenerla en la consciencia a cada instante”, explica.