
La yerba mate es mucho más que una infusión tradicional de Sudamérica. Su sabor distintivo y su efecto revitalizante la han convertido en una bebida que traspasa fronteras y conquista cada vez más paladares en el mundo. Más allá del ritual social que representa, el mate ofrece una serie de beneficios comprobados para la salud física y mental. Su composición natural, rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, hace que sea una opción saludable para quienes buscan energía y bienestar de manera natural.
El mate es la infusión preferida de los argentinos: ocho de cada diez toman mate y poco se sabe sobre sus beneficios para la salud.
Una fuente natural de energía
La yerba mate contiene cafeína, teobromina y teofilina, tres compuestos naturales que estimulan el sistema nervioso central. A diferencia del café, su efecto es más equilibrado y duradero: brinda energía sostenida sin provocar el clásico “bajón” posterior. Por eso, muchos la eligen para empezar el día o mantenerse activos durante largas jornadas de trabajo o estudio. También mejora la concentración y el estado de alerta, favoreciendo la productividad mental.
Además, el mate contribuye a mejorar el rendimiento físico. Diversos estudios muestran que puede aumentar la capacidad del cuerpo para usar la grasa como fuente de energía durante el ejercicio, lo que la convierte en una excelente aliada para deportistas o personas activas que buscan un impulso natural.
Un potente antioxidante natural
Uno de los mayores tesoros de la yerba mate es su altísimo contenido de antioxidantes, comparable al del té verde. Contiene polifenoles, flavonoides y ácidos clorogénicos que combaten los radicales libres responsables del envejecimiento celular. Esto no solo ayuda a mantener la piel más saludable, sino que también contribuye a fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Los antioxidantes también tienen un papel clave en la protección del ADN celular y en la prevención de procesos inflamatorios. Por eso, incorporar el mate en la rutina diaria puede ser una forma sencilla y natural de cuidar el cuerpo desde adentro.
Bienestar físico y mental
El mate no solo energiza: también relaja. El equilibrio entre sus compuestos estimula sin generar ansiedad, y puede contribuir a mejorar el ánimo gracias a la presencia de teobromina, un alcaloide asociado al bienestar emocional. Tomarlo en compañía también refuerza los lazos sociales y genera un sentido de comunidad, un beneficio emocional que forma parte de su esencia cultural.
En el plano digestivo, la yerba mate actúa como un suave estimulante natural que favorece la digestión y ayuda al funcionamiento del intestino. Además, tiene propiedades diuréticas que contribuyen a eliminar toxinas del organismo y reducir la retención de líquidos.
Vitaminas, minerales y más
La yerba mate aporta una combinación única de micronutrientes. Contiene vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5 y B6), esenciales para el metabolismo energético y la salud del sistema nervioso. También es fuente de minerales como magnesio, potasio, hierro y zinc, que contribuyen al equilibrio corporal y al fortalecimiento del sistema inmunológico.
Una tradición que evoluciona
Aunque el mate tiene siglos de historia, su consumo se ha adaptado a los nuevos tiempos. Hoy se disfruta en múltiples versiones: tradicional con bombilla, en saquitos, frío (tereré), o en bebidas listas para tomar. Cada formato conserva sus propiedades y mantiene viva una costumbre que combina salud, energía y conexión social.
La popularidad internacional de la yerba mate sigue creciendo. En Estados Unidos y Europa ya se la considera un “superalimento” por sus múltiples beneficios, y muchas marcas la incorporan en productos energizantes, cosméticos y suplementos naturales.

6 beneficios de la yerba mate, según los médicos
Durante la IV Jornada Yerba Mate y Salud, organizada por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario y el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), se presentaron varias investigaciones relacionadas con la “infusión nacional” y algunas ventajas de tomar mate.
Entre ellas, dos estudios científicos de la Universidad Juan Agustín Maza, de Mendoza, con el apoyo del INYM, que concluyeron que una mateada diaria –con un litro de agua y 50 gramos de yerba– ayuda a controlar el colesterol y bajar de peso.
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1. Disminución del colesterol malo - LDL
El primer trabajo, publicado en la revista Nutrición hospitalaria, analizó la influencia del consumo de mate sobre el perfil lipídico en una muestra de 352 personas de entre 40 y 60 años.
Los voluntarios no debían consumir mate por seis semanas, tampoco variar su dieta o actividad física.
Se les realizó una evaluación antropométrica y nutricional y se les midió el colesterol y los triglicéridos. Luego se les indicó el consumo de 50 gramos de yerba mate diarios por seis semanas (a todos se les entregó la misma marca comercial y lote de yerba). Se los evaluó nuevamente y se repitió la última etapa.

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Rafael Pérez Elizalde, director del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas, explica: “No hubo variación en la dieta ni en el peso. Vimos que el hecho de consumir mate ya de por sí, permitía bajar un 12% los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos, en un lapso de doce semanas”
“Consumir mate permitió bajar un 12% los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos, en un lapso de doce semanas”, según Rafael Pérez Elizalde, director del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas.
2. Pérdida de grasa corporal
El segundo estudio analizó el efecto del mate sobre el descenso de peso y el perfil lipídico en una muestra de sesenta mujeres con sobrepeso y sometidas a una dieta hipocalórica (1.600 calorías). A un grupo se le indicó que tome dos litros de mate por día y al otro que tome dos litros de agua por día por un lapso de doce semanas.
Diego Messina, de la Facultad de Ciencias de la Nutrición explica: “Las personas que tomaron mate bajaron 3,04 kilos y las otras 2,45. Hay unos 400 gramos de diferencia, pero lo más importante es que hubo una ventaja en la pérdida de grasa corporal. Aquellas que tomaron mate perdieron más grasa que las que tomaron agua”

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Las mujeres que habían consumido la infusión por doce semanas también tenían un 10% menos de colesterol total, 15% menos de LDL y 35% menos de triglicéridos.
En referencia a los efectos adversos, sólo un 13% de los pacientes manifestaron tener acidez en las primeras semanas. “Se sugirió que utilizaran agua menos caliente, a 70º. Gracias a eso las personas que manifestaron acidez luego pudieron continuar el estudio sin ningún problema”, aclaró Messina.
El reconocido especialista en nutrición Alberto Cormillot dice: “Es una muy buena infusión. Se recomienda el consumo de mate en un plan de descenso de peso. Pero hay que tener cuidado con los ‘agregados’, no hay que ponerle azúcar o acompañarlo con bizcochitos o facturas”.

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3. Es antioxidante
La yerba mate también contiene polifenoles que son excelentes antioxidantes que evitan enfermedades y el envejecimiento prematuro.
Geraldine Cheminet, en su tesis "Determinación del perfil de compuestos fenólicos y actividad antioxidante de yerba mate", analizó ocho variedades de yerba mate comercial y al compararlas con las que agregan hierbas (por ejemplo: menta, poleo, melisa y peperina) encontró que cuentan con una proporción mayor de polifenoles.
El estudio también determinó que con la forma tradicional de tomar mate, el agregado de agua caliente, se liberan de manera óptima los polifenoles y es una buena forma de incorporar antioxidantes a la dieta diaria.
4. Aporta vitaminas y minerales.
Cada mate que tomamos es nutritivo: aporta vitaminas A, B1, B2, B3, B5, B6, C y E y aminoácidos. Todas las vitaminas del complejo B contribuyen a que el organismo libere y aproveche la energía contenida en los alimentos. El magnesio, por su parte, ayuda al cuerpo a incorporar proteínas y el potasio colabora con el correcto funcionamiento del corazón.
5. Aumenta la resistencia física.
Ayuda a la aceleración del metabolismo y hace que el cuerpo consuma los carbohidratos de manera más rápida. Pero este incremento de la energía se debe tanto a la quema de las calorías de los alimentos que consumimos como a las que se encuentran almacenadas en forma de grasa en nuestro cuerpo.
6. Favorece la digestión.
Y no sólo eso, también estimula la producción de bilis, ayuda a mantener el colon limpio y a reducir las bacterias que generan el mal aliento.
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