A partir de los 40 años, hay varios factores que pueden contribuir al envejecimiento. Si bien hay cambios que son naturales y forman parte del proceso vital, llevar un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada, ejercicio regular, cuidado de la piel y atención médica adecuada, puede ayudar a minimizar algunos de estos efectos y mantener una buena calidad de vida a medida que se envejece.
Lo que más envejece a partir de los 40 años
Si quieres evitar que tu cuerpo acelere su proceso de envejecimiento a partir de los 40 años, te recomendamos evitar estos siete comportamientos que atacan directamente a tu juventud:
1. Dormir poco y mal.
Tu cuerpo y tu cerebro necesitan tiempo para recargarse. A partir de ahora una noche en blanco te pasará doble factura. Los adultos de entre 18 y 64 años requieren entre siete y nueve horas de sueño por noche. No seguir esa máxima pondrá en riesgo tu salud, pues incrementa el riesgo de hipertensión, ictus y obesidad. Además, se convierte en un factor de depresión. Existen evidencias científicas de que la privación de sueño se relaciona con el envejecimiento biológico y te harán lucir mucho más mayor a partir de ahora.
2. No usar el hilo dental para tus dientes.
Una limpieza correcta incluye el uso de hilo dental, lo cual es muy útil para que no se acumule placa entre los dientes y las encías se mantengan sanas. Las enfermedades de las encías son más frecuentes a partir de los 30 y 40 años y se manifiestan más en las mujeres que en los hombres.
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3. Saltarte las comidas.
Pasar hambre puede parecer a primera vista un modo perfecto de hacer dieta. Sin embargo, esta idea es falsa. Cuando te saltas una comida, el riesgo de comer mucho más en la próxima comida se dispara. Además, saltarse las comidas ralentiza el metabolismo y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
4. Ignorar las señales del cuerpo.
¿Un dolor desconocido? ¿Un cambio de coloración en la orina? Cuando el cuerpo envía una señal, lo mejor es no ignorarla y consultar al especialista. Identificar a tiempo un problema de salud es determinante para el éxito del tratamiento.
5. Permitirte uno o dos cigarrillos al día.
Si sigues fumando haz todo por dejarlo ya. A partir de los 40 años ese hábito se traduce en una multiplicación de todos los riesgos asociados al tabaco. Si dejas de fumar entre los 40 y 50 años, puedes revertir dos tercios del daño que le hiciste a tu cuerpo con el tabaco.
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6. Comer mucha sal.
La sal está en muchos alimentos que comemos a diario, por eso es difícil controlar su consumo. La cantidad diaria recomendada es media cucharada. Pasarse de esa cantidad eleva el riesgo de hipertensión, la primera causa de infarto e ictus.
7. Beber poca agua.
El agua alimenta a cada célula del organismo, incluidas las de la piel. Por eso es muy importante mantenerse hidratado a medida que uno se va haciendo mayor. Muchos adultos pueden perder la sensación de la sed, que es el aviso que nos hace beber. Por eso, a medida que pasan los años hay que estar atento a cuánta agua consumimos cada día.
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