Recientemente se publicaron datos alarmantes sobre la salud de los argentinos, que dejan intranquilo a cualquiera que los mire. Las cifras demuestran que 6 de cada 10 argentinos tienen exceso de peso, según lo confirmó la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
El sobrepeso y obesidad avanza muy rápido desde la primera edición de la encuesta que se realizó en el año 2005. Además aumentó la prevalencia de sedentarismo, diabetes y el bajo consumo de frutas y verduras.
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Se estudiaron a mayores de 18 años de todo el país en más de 42 mil hogares. El estudio epidemiológico del INDEC es un diagnóstico actualizado sobre los principales factores de riesgo causantes de las enfermedades crónicas que generan el 70% de las muertes en Argentina.
Uno de los mayores y sostenidos crecimientos se dio en personas que presentan exceso de peso (es decir sobrepeso más obesidad), actualmente el 61,6% de la población, mientras que en 2005 afectaba al 49%. La obesidad creció de un 20,8% a un 25,4% en tan solo 5 años. Cifras realmente alarmantes.
La mala alimentación y el sedentarismo podrían ser parte de la explicación de esta pandemia, ya que sólo el 6% de la población consume lo recomendado de frutas o verduras y el 64,9% reporta actividad física baja.
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También creció la prevalencia de glucemia elevada o diabetes, que aumentó de 9,8% a 12,7% desde el 2013. Esto era esperable en contexto con el resto de los resultados y la creciente obesidad y el sedentarismo.
El consumo de tabaco descendió de manera significativa, mientras que en 2005 fumaba casi el 30% de los adultos, actualmente lo hace el 22,2%. Esto es un clara consecuencia de implementación de políticas públicas y educación de la población.
En un país donde las cifras crecientes de inflación y pobreza asustan, la salud está cada vez peor. Esto no parece ser coincidencia ¿no?
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La nueva radiografía de la salud de la Argentina, además de preocuparnos, debe ser una alarma para ocuparnos y no dejarse estar.
La epidemia creciente de obesidad y sus consecuencias necesitan políticas públicas al alcance de todos. Sabemos que los cambios individuales no son suficientes, solo va a ser posible con un fuerte compromiso de la sociedad, el Estado, las escuelas y la industria.
- Datos de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), con el asesoramiento de la Dra. Fiorella Tartaglione, médica cardióloga (MN 144.259), miembro de la FCA.
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