El foco está puesto como nunca antes sobre un gran aliado a la hora de luchar contra las enfermedades: el sistema inmunológico. Los últimos avances científicos giran en torno a un nuevo paradigma, vinculado con terapias biológicas, orientadas a fortalecer el sistema inmune para ganar la batalla contra el cáncer y otros males.
Fue el tema central de la última reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), donde se presentan los últimos estudios y avances terapéuticos para combatir al cáncer. "La investigación oncológica pone el énfasis en el campo de la inmunoterapia o en cómo diseñar fármacos y vacunas que potencien el sistema inmunológico de las personas enfermas. La ciencia está en las puertas de un cambio de paradigma", explican.
La prevención, la detección precoz y la inmunoterapia serán las herramientas más eficaces contra el cáncer en los próximos años
Los tratamientos tradicionales proponían atacar el tumor y a las células cancerosas. Los nuevos, representados por las inmunoterapias, apuestan a fortalecer el sistema inmune de las personas para luchar contra el tumor.
La puerta hacia este nuevo abordaje surgió a partir del descubrimiento de los anticuerpos monoclonales, que en la última década lograron demostrar que el sistema inmunitario del propio paciente debe ser el gran aliado para vencer la enfermedad.
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Los anticuerpos monoclonales son anticuerpos producidos en laboratorio, que, entre otras cosas y de manera muy compleja, estimulan una reacción inmunitaria que destruye células cancerosas. Se pueden usar solos o pueden ser vehículos de drogas o materiales radiactivos que actúen sobre las células cancerosas. Y hasta pueden ser utilizados contra los vasos sanguíneos que irrigan los tumores, impidiendo de esta manera su crecimiento.
En el nuevo paradigma es crucial la biología del cáncer, que engloba a más de 250 enfermedades causadas por diferentes factores genéticos y ambientales
Por estos días, gran cantidad de estudios están orientados a poder determinar quiénes y de qué manera se pueden beneficiar con este tipo de medicación. Es algo que tiene que ver con el desarrollo de biomarcadores y la medicina personalizada: drogas a medida de cada paciente, de cada caso, de cada respuesta inmune.
Así como, hasta ahora, gran parte de los tratamientos contra el cáncer estaban orientados a atacar y destruir el tumor, la nueva etapa está centrada en estimular al sistema inmunológico antitumoral: se llama inmuno-oncología y llegó para quedarse.
Según los expertos reunidos en ASCO, toda a evidencia científica sugiere que para obtener un control de la enfermedad a largo plazo el sistema inmunológico debe estar involucrado. El objetivo es convertirlo en un aliado en el ataque a las células malignas.
Además de focalizar en el desarrollo de nuevas drogas y terapias, otra gran cuenta pendientes tiene que ver con la reducción de los efectos colaterales, ya que se ha verificado que más de un 30% de los casos estas "complicaciones" son tan importantes que derivan en la suspensión del tratamiento. Quizá en la combinación de tratamientos viejos y nuevos (entre los que también se encuentran las vacunas antitumorales), se encuentre la respuesta.
Según los especialistas, lo que se viene quizá no es la cura, pero sí la posibilidad de transformar a los enfermos de cáncer en pacientes crónicos, como ocurrió con el SIDA y el VIH.
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