Según un estudio presentado en el encuentro anual de la American Sociological Association, el consumo de pornografía aumenta las posibilidades de que las parejas se divorcien.
Este fenómeno no afecta a ambos por igual, tal como recoge un artículo publicado en Nature. Así, mientras que la probabilidad de que los consumidores de porno se divorcien pasa del 5 al 10 por ciento en el caso de los hombres, entre las mujeres el efecto parece ser más acusado: este porcentaje pasa del 6 al 18 por ciento, al menos según los datos recogidos por Samuel Perry, coautor del estudio e investigador en la Universidad de Oklahoma.
Estudios anteriores han sugerido que consumir pornografía no es bueno para la salud de la pareja, pero en este caso la investigación ha permitido hacer un análisis a largo plazo. La clave han sido los datos recogidos entre 2006 y 2014 por el General Social Survey. "Gracias a nuestros análisis estadísticos, estamos acercándonos a la zona donde podemos afirmar que hay un efecto direccional", dice, Es decir, no es que el consumo de porno aumente en las parejas que tienen problemas, sino que el porno los genera.
Para llegar a estas conclusiones, las encuestas preguntaron a 5.698 personas si habían visto una película porno en el último año. De estos, 1.681 dijeron que sí. La mayoría de ellos eran hombres.