Cuando somos jóvenes, raramente nos preocupamos por nuestra vejez. Muchas veces vivimos sin pensar en cómo afectamos nuestro organismo y qué consecuencias tendrán más adelante algunos de nuestros actos. Sin embargo, tomar algunas medidas de antemano puede prevenir diversas enfermedades que aumentan su prevalencia a medida que los años pasan. Te contamos qué es el Parkinson y cómo prevenir. Causas, signos de alerta y claves de una patología que es importante conocer.
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Qué es el Parkinson
El mal de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, que se caracteriza por afectar principalmente la capacidad de movimiento. Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, llegando a afectar al 3% de las personas mayores de 60 años.
La edad es uno de los principales factores de riesgo a desarrollar Parkinson, pero un 10% de los casos los presentan personas menores de 40 años en forma de enfermedad de Parkinson de inicio temprano o juvenil.
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer. Se trata de una patología crónica y degenerativa del sistema nervioso que puede provocar falta de coordinación y rigidez muscular y temblores.
Síntomas del Parkinson
Si bien al pensar en la Enfermedad de Parkinson solemos asociarla al temblor tan característico que presentan las personas que la padecen, hay muchas otras alteraciones del movimiento: la reducción en la calidad del descanso, el empeoramiento del estado emocional (aparición de síntomas depresivos), la aparición de deterioro cognitivo o demencia (dificultades en la memoria, el habla o la atención), dificultad al tragar (disfagia), etc.
Estos síntomas, aunque no determinen el diagnóstico definitivo, suelen preceder a las alteraciones motoras.
Sus principales síntomas son lentitud, temblor y rigidez muscular, trastornos en el equilibrio y la marcha, disfonía, alteraciones en la escritura y pérdida de expresión facial.
Causas del Parkinson
La causa principal de la enfermedad de Parkinson la encontramos en la pérdida de un tipo de neuronas encargadas de producir un neurotransmisor denominado dopamina. Los neurotransmisores son substancias químicas que permiten la comunicación entre neuronas, por ello, la falta de estas altera el funcionamiento normal del sistema nervioso.
En el caso del Parkinson, la pérdida de las neuronas dopaminérgicas afecta de manera muy prominente el funcionamiento de una serie de estructuras que tenemos en el interior de nuestro cerebro (ganglios basales). Las mismas están conectadas con un área clave para el control del movimiento (circuito motor).
Cuando estos ganglios basales no consiguen funcionar correctamente, porque el tono dopaminérgico está alterado, todo el circuito motor muestra un comportamiento alterado, dando lugar a la aparición de los síntomas motores de la enfermedad del Parkinson.
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Cómo prevenir el Parkinson
Podemos tomar medidas para prevenir el desarrollo de esta enfermedad que afecta a más de 6 millones de personas en el mundo.
Las terapias de estimulación cognitiva temprana y continuada aparecen como una alternativa interesante para maximizar el óptimo rendimiento cognitivo de los pacientes con cambios cognitivos leves y prevenir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
Una combinación de alimentos y ejercicio puede ayudarnos. Lo importante es la constancia y la elección de un estilo de vida saludable, para aumentar las posibilidades de tener un buen envejecimiento.
Alimentos que ayudan a prevenir el Parkinson
Son numerosos los estudios que demuestran que una buena alimentación es la clave para una vida sana. El Parkinson no es la excepción y consumir alimentos que son beneficiosos para el sistema nervioso trae muchas ventajas.
Te contamos qué alimentos ayudan a prevenir el Parkinson.
- Alimentos con vitamina C: la naranja o el kiwi son ricos en esta vitamina que tiene un gran poder antioxidante y ayuda a proteger el cerebro de su desgaste.
- Alimentos con vitamina E: Sus beneficios se centran en que esta vitamina funciona como protectora del sistema nervioso. Podemos encontrarla en alimentos como las almendras o el maní.
- Omega-3: estudios sugiren que el Omega-3 es muy beneficioso porque reduce la inflamación del cerebro, además de contribuir a estimular el crecimiento neuronal y disminuir los temblores del cuerpo en el caso de que ya hayan hecho su aparición.
Ejercicios para prevenir el Parkinson
El Parkinson también afecta las funciones motrices, por lo que el ejercicio puede ayudar a prevenir la enfermedad. Se trata de rutinas moderadas que no incluyen movimientos bruscos.
- Caminar: es sencillo y se puede hacer en cualquier lado. Deja las llaves del auto en casa y aprovecha para pasear.
- Estiramientos: sirven para no perder tono muscular.
- Pilates y taichi: estas disciplinas realizan una gimnasia suave que ayuda a mejorar la coordinación y a tener un mayor control del cuerpo.
- Técnicas de relajación: el estrés contribuye al deterioro del sistema nervios. Esto puede propiciar la aparición de esta enfermedad.
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Parkinson y Estimulación Cerebral Profunda
La Estimulación Cerebral Profunda (Deep Brain Stimulation, DBS) es un tratamiento quirúrgico que consiste en implantar una serie de electrodos en determinadas áreas del cerebro encargadas del control del movimiento. Lo que hacen estos electrodos es generar impulsos eléctricos en las áreas específicas con el objetivo de controlar el funcionamiento anormal y mejorar el rendimiento de las mismas.
Este tratamiento se utiliza para tratar la sintomatología de determinadas enfermedades de origen neurológico relacionadas con el control del movimiento. Su objetivo es paliar el dolor y la disfunción de este tipo de pacientes, favoreciendo su calidad de vida.
Se recomienda en pacientes con:
- Temblor esencial
- Distonía
- Enfermedad de Parkinson
- Dolor crónico
- Síndrome de Tourette
- Epilepsia
- Trastorno Obsesivo Compulsivo
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