Una investigación publicada por el diario The New York Times reveló que los psiquiatras son los especialistas que más dinero reciben para ir a viajes y conferencias, entre otros "regalos".
La política de financiar investigaciones o pagar visitas a congresos en distintos lugares del mundo por parte de las compañías farmacéuticas ha sido denunciada más de una vez. Los médicos aseguran que esos "regalos" no influyen sobre lo que prescriben a sus pacientes, pero en ninguna especialidad es tan evidente que los pagos cada vez más abultados que reciben los psiquiatras coinciden con el creciente uso en niños de drogas llamadas antipsicóticos atípicos y otro tipo de medicamentos.
Tanto es así que, desde diversas agrupaciones científicas, se ha advertido sobre una marcada tendencia hacia la patologización de la infancia, categorizando cualquier dificultad o individualidad como un trastorno que requiere medicación.
Desde diversos organismos científicos advierten una marcada tendencia hacia la patologización de la infancia
Las drogas que lideran el ranking de las más vendidas incluyen la risperidona, la quetiapina, la olanzapina, el aripiprazol y la ziprasidona, y actualmente son prescriptas a más de medio millón de niños en Estados Unidos. Supuestamente, se indican para "ayudar" a resolver problemas de comportamiento, a pesar de sus riesgos y de que, en general, no han sido aprobadas para ser usadas en menores de edad.
Según la investigación de The New York Times, aquellos psiquiatras que recibieron sumas más grandes de dinero fueron más propensos a prescribir antipsicóticos y otras drogas con mayor frecuencia.
El diario destacó que las farmacéuticas subvencionan a los tomadores de decisiones en todos los niveles de la atención de la salud. Y que hay estudios que ofrecen firmes evidencias de que los intereses financieros pueden afectar decisiones claves para la salud de la pobalción.
Muchos laboratorios "pagan" de diferentes maneras a los médicos que prescriben y recomiendan sus medicamentos
Si bien el creciente uso de los antipsicóticos atípicos es el más problemático ejemplo de esta política, muchas otras especialidades se encuentran en situación similar.
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