Cómo evitar el contagio de hongos en piletas

hongos en la pileta

Movida Sana consultó a la Dra Natalia Muñoz Balestra, Dermatóloga de la Clínica Zabala, quien nos aseguró que "la prevención es el mejor tratamiento".

Los hongos son pequeños microorganismos que pueden permanecer durante meses en estado vegetativo (esporas) y al darse las circunstancias óptimas de humedad y temperatura (entre 20/28°C) iniciar su crecimiento y proliferación.

Estas condiciones se dan especialmente en piletas, por lo que es imprescindible que pongamos especial atención cuando concurrimos a ellas, para no contraerlos.

Algunos consejos a tener en cuenta:

1) No caminar descalzo por el borde de la piscina, ducha o vestuarios. Utilizar un calzado abierto tipo ojotas.

Algunos hongos sobreviven en los restos de células descamadas de la piel, por lo que el contacto directo con estas es una de las principales causas de infección. El contagio se evita usando calzado propio, sin compartirlo ya que podrían quedar restos de otra persona infectada.

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2) Ducharse antes y después de entrar a la pileta.

Al ducharnos barremos las escamas (células muertas), probables portadoras de hongos. De esta manera evitamos que se sigan propagando y contagiando a otras personas del natatorio.

3) Secarse bien el cuerpo

La humedad es uno de los principales factores que hace posible la proliferación de hongos. Por este motivo secar bien las zonas que habitualmente quedan húmedas, como los pliegues entre los dedos de los pies, las axilas y  la entrepierna.

Es importante que recordemos no utilizar la misma toalla que otra persona, ya que funciona de la misma manera que con el calzado y así evitamos contagiarnos.

4) Evitar el sudor excesivo

Los hongos viven y crecen en zonas húmedas y calientes, en los días de mayores temperaturas, la sudoración excesiva favorece la proliferación de los mismos.

Para prevenir que esto suceda, se recomienda tomar duchas a lo largo del día limpiando las zonas que pueden ser propensas a desarrollar hongos. Asimismo, existen polvos secativos que mantienen las zonas de las axilas, pies, manos y entrepiernas secas impidiendo que dichos microorganismos se propaguen.

Más allá de la prevención, quienes concurran a un natatorio están expuestos al contagio. Si tenemos síntomas de picazón, ardor, descamación o fisuras en el lugar de la infección, es probable que hayamos contraído hongos.

Lo más importante es recurrir a un médico y no comprar cremas de venta libre sin saber de que tipo de hongo se trata. El dermatólogo nos recomendará el tratamiento específico para la infección, aconsejándonos que no concurramos a un natatorio hasta que curemos los hongos. De esta manera evitamos el contagio de quienes están cerca nuestro y el mismo propio.

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