Mantener una nutrición adecuada es fundamental para poder realizar las actividades cotidianas diarias. Por esta razón, es importante evitar lo más posible la pérdida de nutrientes durante el proceso de preparación y cocción. Aquí enumeramos las distintas técnicas de cocción para aprovechar al máximo los beneficios que nos otorgan los alimentos:
Las técnicas culinarias
- El vapor
“Hay utensilios adaptados para este tipo de cocción, pero también puede hacerse en una olla con unos dedos de agua tapada y con un colador metálico”, cuenta la experta en nutrición Laura González a la agencia EFE. El tiempo de cocción oscilará en relación al volumen del alimento (más rápida cuanto más pequeño sea). Es ideal para mariscos, pescados, papas y hortalizas.
- Salteado
El salteado es una cocción rápida en sartén que permite remover y voltear los alimentos, que deben ser cortados muy finos. La temperatura normalmente es alta, y el tiempo es corto.
Esta técnica consiste en la creación de una costra en el exterior del alimento, lo que favorece la retención de humedad, sabores y sustancias nutritivas dentro del mismo. “El tipo de aceite, su reutilización, la temperatura de fritura, el uso de freidora o sartén y la elección del alimento determinan la calidad final de este”, reconoce. También recomienda que el aceite sea de oliva, y que la temperatura ronde los 180ºC. Para una correcta elaboración es preferible que el alimento esté cortado en trocitos pequeños, homogéneos y secos.
- Fritura
La ventaja de la freidora, según señala al nutricionista, es que permite el control de temperatura y tiempo, así como la reutilización del aceite. “Los aceites de oliva virgen extra son los que más número de frituras soportan”. Aun así, se deben colar y guardar fuera de la luz y del aire, y es muy importante desecharlos cuando desprendan humo a temperaturas moderadas, o cuando se vea que hacen espuma, tienen olores extraños, colores oscuros, o que son más espesos o viscosos.
- Horno
El horno es una cocción relativamente lenta que permite el cocinado de piezas más grandes y voluminosas. La presencia de vapor, que procede del agua o de los propios alimentos, junto con los cambios de temperatura, que va de alta a más moderada, también permite crear costras en el alimento que retienen esta humedad y que, por tanto, mantienen la jugosidad. “El valor nutritivo dependerá del tipo de alimento y de la cantidad de grasa añadida, así como de la propia que contenga el alimento” explica la especialista.
- Brasas
La nutricionista afirma que para el asado en brasas es clave preparar un buen fuego, pero “hay que evitar exponer los alimentos a la llama directa o al humo, si fuera el caso, y se deben eliminar las partes quemadas“. Es una de las técnicas culinarias a evitar y, en caso de usarla, no se debe recurrir a ella varias veces al año.
- Microondas
El microondas es un buen método de descongelación de los alimentos, rápido e higiénico. Además, conserva perfectamente el aroma y permite cocer los alimentos prácticamente sin grasas añadidas.
- Plancha
Es ideal para una elaboración rápida. Se recomienda disponer de una plancha que sea antiadherente y utilizarla a temperatura alta. El alimento debe tener una amplia superficie y un bajo grosor. Es conveniente añadir también un chorrito de aceite para facilitar el cocinado.
Es una técnica apta para todos los alimentos, pero lo que se puede hacer, especialmente, a la pancha, son los pescados, las carnes y las hortalizas.