El tema es todavía una hipótesis que investigan las fuerzas especiales de Francia y los expertos en terrorismo. Pero la noticia da la vuelta al mundo y se sostiene en fuentes que han hablado con medios europeos. Se estudia en estas horas si los terroristas que actuaron en París el 13 de noviembre lo hicieron bajo la influencia de una droga llamada Captagón, un estimulante que genera ausencia de dolor y de empatía, y que usada por vía intravenosa multiplica sus efectos y actúa más rápido.
La sospecha comenzó a crecer cuando los sobrevivientes de los atentados del fatídico viernes en París relataron que los terroristas actuaban como tipos fríos que mataban sin pestañear, el mismo efecto que logra esta anfetamina.
Expertos en terrorismo ya habían advertido que "una mezcla de anfetaminas y cafeína, que es lo que compone el Captagón, es la droga utilizada por el Estado Islámico por sus efectos de inhibir la sensación de dolor y miedo, además de aumentar el sentimiento de fuerza absoluta e invencibilidad".
Fuentes policiales francesas contaron que en el hotel que fue intervenido por las fuerzas de élite fueron encontradas muchas jeringas, con las que, creen, se habrían inyectado la sustancia
Según han sabido los servicios de inteligencia, el consumo de Captagón por parte de miembros del Estado Islámico, Frente Al Nusra y el Ejército Sirio Libre es cada vez más frecuente, y se cree que cuando cometen atentados podrían estar bajo la influencia de esta droga. Así se comprobó en el atentado en Túnez en junio pasado donde murieron 38 personas.
Es tal la penetración de la "droga de los yihadistas", que Siria se convirtió en primer productor y los milicianos que luchan en la "guerra santa", en sus principales consumidores.