El método Pilates es un conjunto de ejercicios cuya finalidad es la de ejercitar el cuerpo y la mente, ya que mediante su práctica, además de mejorar nuestra condición física, aumentamos nuestra capacidad de control y concentración. Puede ser practicado por todas las personas de este mundo: desde jóvenes, mayores, personas que realizan algún otro deporte o las que llevan una vida más sedentaria.
Los seis principios esenciales de este método son control, concentración, fluidez, precisión, respiración y centro. Precisamente, con este último principio, el Pilates hace referencia a una zona concreta del cuerpo denominada centro de fuerza, que también se conoce como mansión del poder. Esta zona está formada por los músculos abdominales, la base de la espalda y los glúteos y la intención es que, a través de su fortalecimiento, se ejerciten el resto de partes del cuerpo.
Un sistema surgido en las peores condiciones
Los orígenes del Pilates se remontan a la Primera Guerra Mundial. Fue entonces cuando un deportista alemán de nombre Joseph Pilates empezó a desarrollar y aplicar en enfermos todos los conocimientos que había adquirido desde su enfermiza niñez en fisioterapia, traumatología, ballet y gimnasia. De esta mezcla de modalidades deportivas con conocimientos sobre el cuerpo humano nació este método.
Para quienes se encontraban en condiciones de mucha debilidad, fabricó una cama con un sistema de poleas y cuerdas de tal forma que no pasara tanto tiempo inmóvil el paciente, sino que pudiera ir trabajando en la rehabilitación estando incluso postrado en una cama, en lo que fue el origen de muchos otros aparatos ideados luego por el propio Pilates.
Fue solo una de las iniciativas que tomó y que funcionó con éxito en la recuperación de muchos combatientes de la Gran Guerra.
Una vez terminada la guerra, Pilates se trasladó a Estados Unidos y allí comenzó a inculcar sus técnicas no sin la dificultad que conllevaba ser un exiliado. La clave de su éxito fue formar muy bien a determinados discípulos, denominados “elders”, que a su vez fueron abriendo clínicas especializadas y formando a otras personas.
Así, con esta instrucción piramidal, su método se extendió primero por Estados Unidos y con los años por el resto del mundo.
Beneficios del Método Pilates
Este sistema busca estabilizar los músculos centrales, con especial hincapié en la respiración y en la alineación de la columna. Estos ejercicios se efectúan lenta y suavemente y de manera muy controlada. Por eso, muchas veces se recomiendan como terapia de rehabilitación, para prevenir el dolor de espalda o para personas con lesiones preexistentes.
Por otro lado, los ejercicios de Pilates colaboran positivamente con los dolores de espalda, hombros y cadera. Oxigena y mejora la flexibilidad muscular, como así también la movilidad de las articulaciones.
Además mediante los ejercicios uno alcanza un importante control de la respiración lo que permite el descanso mental, de tal modo que la práctica del método Pilates se relaciona con la reducción de la incidencia del estrés en nuestro organismo y las enfermedades que puedan surgir del mismo estrés.
Se podría decir que el metodo pilates proporciona al cuerpo mas beneficios que los deportes aeróbicos, ya que no solo pretende quemar grasas y calorías sino fortalecer la musculatura y por sobre todo adquirir conciencia precisa de nuestro cuerpo y nuestro espíritu.