Conectarte a internet, consultar las redes sociales o el Whatsapp y jugar con el móvil o la tableta de manera habitual en vacaciones impide desconectar de los hábitos y obligaciones diarios y recargar pilas. Los psicólogos creen que la mejor receta para ello es la desconexión tecnológica.
Según un estudio de la OCU, una de cada cuatro personas es adicta al móvil. Según el experto en adicciones Miguel Perelló, su accesibilidad, rapidez de conexión, las experiencias que plantea, el escape temporal de las tensiones que ofrece o el estatus social que simbolizan, hace de las nuevas tecnologías "la droga más adictiva".
El psicólogo clínico asegura que las adicciones a los dispositivos móviles se caracterizan "por comportamientos compulsivos" y por "la ansiedad que produce si no se tiene acceso a ellos" e incluso en algunos casos los adictos "se vuelven irritables y con estallidos de ira y de violencia".
Para estos pacientes, propone terapias más estrictas "de desconexión total o acceso limitado y muy controlado" aunque, en general, sugiere "tener el móvil metido en un cajón y solo mirarlo por la mañana, a mediodía y por la noche, como tomar una pastilla".
La adicción al móvil se caracteriza por comportamientos compulsivos y por la ansiedad que produce si no se tiene acceso él
"Las vacaciones son una desconexión de aquellas obligaciones, responsabilidades y hábitos diarios y están para desconectar, incluidas las nuevas tecnologías", apunta el especialista, que recomienda que al ir a la playa o al monte "se deje el móvil y la tabletas en casa".
Para aquellos que sin llegar a la adicción, deban gestionar el uso de las tecnologías en el trabajo, recomienda "hacer descansos e incluso, apagar el móvil cuando concluye la jornada laboral". Como ayuda para esta desconexión, Perelló apuesta por el yoga o la meditación, unas prácticas "buenísimas para toma conciencia del momento y del presente" y centrarse en uno mismo frente a ver "lo que pasa a tu alrededor a lo que te invitan las nuevas tecnologías".