Para la prestigiosa revista Forbes, Joe Wicks, un británico de 30 años, es el quinto de los los 10 influencers fitness más destacados de la actualidad.
Wicks comenzó su travesía por las redes sociales en Twitter, compartiendo tips de nutrición y consejos de fitness y motivación. Hoy, con una audiencia de 5 millones, pasa "cada hora de vigilia" trabajando en su marca de medios sociales, según él mismo dijo.
Su fama en línea ha generado la serie de libros de cocina "Lean in 15", así como un plan de entrenamiento en línea y DVDs. Hoy goza de un reconocimiento representado en fama, dólares y que va más allá de los likes conseguidos en cada publicación.
Sumando sus cuentas en redes tiene 5 millones de seguidores, casi 100 mil clientes y gana más de un millón de dólares por mes.
En 2014, Wicks era un entrenador personal con un decente número de seguidores en Instagram. Tan solo 18 meses después ya tenía 3 libros publicados (los tres hasta el momento son parte de un contrato de ocho libros, y han vendido más de 1 millón de copias), un DVD, un programa en Channel 4 y una extensa red de plataformas de medios sociales que él se encarga de actualizar constantemente con clips de recetas, selfies y los "informes graduados", con los “antes-y-después” de los seguidores de su plan de 90 días.
Incluso ha cultivado su propio idioma. Las escalas son "el triste paso". Los brócolis son "árboles enanos". Sus recetas de Instagram son breves clips de ingredientes que caen en una sartén. Habla de su éxito en términos evangélicos, con una sensación de equilibrio cósmico. "Mi objetivo siempre es conseguir que una persona haga ejercicios y cocine alimentos saludables. Por supuesto, todo el amor y el contenido que he puesto al cabo ha vuelto, en forma de personas que compran el libro. Todo viene así”.
En el plan de 90 minutos -considerado uno de los más completos entre la abundante variedad-, Wicks propone un ritmo de entrenamiento bien direccionado al objetivo de adelgazar, acompañado de una dieta personalizada y sin restricciones.
Wicks nació en Epsom, Surrey, y creció en una familia con notorias limitaciones económicas y se define a si mismo como un chico problemático. "Si me hubieran conocido de niño, nunca habrían predicho que hoy fuera un éxito”.
Sus padres se separaron cuando era joven; Se quedó con su madre hasta que fue a estudiar ciencias del deporte en la universidad, cuando se mudó con su padre. Él dice que su madre "no tenía ni idea de la nutrición".
Cuenta Wicks que cuando él y sus dos hermanos eran niños "nuestras alacenas siempre estaban llenos de golosinas. Sólo cocinaba una cosa, que era lasaña, porque nunca se había educado en la cocina. Teníamos pasta en salsa de tomate o ella decía: "¿Quieres un picnic?" Y a quien no le gusta de chico comer sandwiches. Así que casi viví de la comida chatarra hasta que tuve 16, 17 años".
Ahora entiende por qué era así. "No podíamos pagar bistec y pescado cada noche y aun pudiendo mi madre no sabría cómo cocinarlos. Así que lo hizo sencillo”.
Sin embargo este joven británico nunca se resigno. Y esa pasión y “amor” como él lo llama es lo que le permite hoy disfrutar de lujo, millones de dólares y popularidad. En el medio del trayecto, el cambio radical fue adentrarse al mundo wellness.
Tras completar sus estudios comenzó a trabajar como personal trainer. Al principio entrenaba niños, pero luego viró el rumbo. Sospechó que en las redes sociales había un espacio que debía ser explotado adecuadamente. Encontró un nicho en su negocio.
Dice que sólo comenzó el Instagram para conseguir más clientes, y sólo comenzó los planes de receta y dieta con la esperanza de que si vendía 10 al mes, podría entrenar menos y tener una mañana extra en la cama.
Lo que dice y vende no es particularmente nuevo o revelador. Todo es un giro en algunas verdades básicas. No comer tantos alimentos procesados, hacer más ejercicio y quienes estén activos podrán comer más que quienes se queden sentados y mantengan una rutina sedentaria.