A diferencia de la meditación del mantra, que consiste en enfocar la concentración en una palabra o sonido en particular, el Mindfulness o Atención Plena tiene como objetivo lograr una conciencia relajada y sin prejuicios de sus pensamientos, sentimientos y sensaciones. Lo que Mark Williams, profesor de psicología clínica en el Oxford Mindfulness Center, parte del departamento de psiquiatría de la Universidad de Oxford, llama un "conocimiento directo de lo que está sucediendo dentro y fuera de nosotros mismos, momento a momento".
Los monjes budistas han estado practicando una técnica similar durante 2.500 años, pero la medicina occidental se la apoderó a finales de 1970 cuando un profesor de medicina estadounidense, Jon Kabat-Zinn, comenzó a tratar con éxito a los pacientes con dolores crónicos utilizando un programa secular llamado Mindfulness Based Stress Reduction . En 2002, Williams y sus colegas de las universidades de Cambridge y Toronto idearon la Terapia Cognitiva basada en la Atención Integral para la Depresión, dirigida a ayudar a prevenir la recaída de la depresión.
Los ensayos clínicos han demostrado desde entonces que las técnicas del Mindfulness son tan eficaces como los antidepresivos, y en pacientes con múltiples episodios de depresión puede reducir la tasa de recurrencia en un 40-50% en comparación con los métodos habituales. El Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido, aprobó el uso terapéutico del Mindfulness para el tratamiento de la depresión en 2004.
En los últimos años, organizaciones tan distintas como el Ejército de los Estados Unidos, Google, Transport for London, PWC y el Ministerio del Interior del Reino Unido han comenzado a ofrecer formación para los empleados; Un número cada vez mayor de escuelas lo incorpora al plan de estudios para los jóvenes de 13 y 14 años.
En la vida cotidiana, la Atención Plena consiste en aprender a dirigir nuestra atención a nuestra experiencia a medida que se desarrolla. Los defensores argumentan que cada vez más a menudo el ritmo y el estrés de la vida moderna nos dejan atrapados en una corriente de pensamientos y sentimientos, atrapados en problemas del pasado o abrumados por ansiedades futuras. La teoría es que, al conectarse con el momento presente, observando con calma los pensamientos, sentimientos y sensaciones para hacerse directamente conscientes de ellos, los practicantes de la Atención Plena se vuelven, en esencia, más capacitados para manejarlos.
"Nos permite retroceder en nuestros pensamientos, y empezar a ver los patrones se comportamiento de nuestra activiad mental", dice Mark Williams. "Poco a poco podemos ir notando cuando nuestros pensamientos están tomando el mando, y darnos cuenta de que los pensamientos son simplemente "eventos mentales" y que no tienen porque controlarnos. La mayoría de nosotros tenemos problemas que nos resulta difícil dejar ir y el Mindfulness puede ayudarnos a tratar con ellos de manera más productiva."
Pero ¿Cómo hacerlo? En primer lugar consideremos el ABC de la Atención Plena
La A es por la “Atención”. Ser más consciente de lo que está pensando y estamos haciendo, lo que está pasando en la mente y el cuerpo.
La B es por "Búscar" la propia experiencia, evitando la tendencia a responder con el piloto automático y tratando siempre de alimentarnos mediante la creación de nuestra propia historia.
La C es por “Contemplar” las cosas y responder con más sabiduría. Al crear una brecha entre la experiencia y nuestra reacción, podemos tomar decisiones más sabias.
Es decir que lo primero que debemos hacer es tomar conciencia del mundo que nos rodea: apagar el piloto automático, notar y observar los pensamientos y sentimientos, despertar las sensaciones físicas de las cosas. Dejar fluir los pensamientos, no forzarlos, solo dejarlos pasar y observarlos. Sin juzgar ni tratar de controlarlos.
En segundo lugar, la mayoría de los maestros recomiendan un período diario establecido de práctica de atención más formal. Las técnicas son bastante simples: sentarse en un lugar tranquilo, respirar profundamente desde el vientre, prestar atención al cuerpo, entrenar a la mente para observar, enfocar y filtrar.
Reservar 15 minutos al día es a menudo difícil, y detener la mente que siempre está vagando es aún más difícil. Pero el lugar donde estamos es este y momento para iniciar el cambio es ahora.