Existe una cantidad considerable de evidencia científica basada en investigaciones en animales y estudios en personas que indican que estar expuesto a la marihuana durante el desarrollo puede causar cambios dañinos a largo plazo o posiblemente permanentes en el cerebro. Ratas que han sido expuestas a THC antes de nacer, justo después de nacer o durante la adolescencia, muestran problemas notorios más tarde en la vida al realizar ciertas tareas específicas de memoria y aprendizaje.
El deterioro cognitivo en las ratas adultas que han sido expuestas a THC durante la adolescencia está asociado con cambios estructurales y funcionales en el hipocampo.
Estudios en ratas también han mostrado que el estar expuesto al THC durante la adolescencia está relacionado con cambios en el sistema de gratificación, incrementando la posibilidad de que el animal busque y use otras drogas por sí mismo (por ejemplo, la heroína) dada la oportunidad.
Estudios de imágenes diagnósticas en personas adolescentes muestran que al compararlos con aquellos que no usan marihuana, los consumidores empedernidos de marihuana manifiestan una conectividad neural atrofiada en ciertas regiones específicas del cerebro involucradas en una amplia gama de funciones ejecutivas del cerebro como memorizar, aprender y el auto control.
Estos últimos descubrimientos pueden ayudar a explicar los resultados de un estudio longitudinal a gran escala que se condujo en Nueva Zelandia, en el cual se encontró que el uso frecuente y empedernido de marihuana, empezando en la adolescencia, tenía una relación con una pérdida de un promedio de 8 puntos de coeficiente intelectual, medido durante la edad adulta.
El uso frecuente de marihuana, empezando en la adolescencia, tenía una relación con una pérdida de un promedio de 8 puntos de coeficiente intelectual
En este estudio, la evidencia indicando que aquellos que habían usado marihuana de una forma empedernida durante la adolescencia no recobraron el coeficiente intelectual perdido aunque hubieran dejado de usar marihuana durante la edad adulta, fue significativa. Las personas que solo habían comenzado a usar marihuana de forma empedernida ya siendo adultos, no perdieron ningún punto en su coeficiente intelectual.
Estos resultados indican que el impacto más grande y a largo plazo del uso de marihuana ocurre en los jóvenes ya que su cerebro aun continua creando nuevas conexiones y madurando en otras formas. El sistema endocanabinoide tiene un papel muy importante en la formación apropiada de las sinapsis (las conexiones entre las neuronas) durante el comienzo del desarrollo del cerebro, y se ha propuesto que este podría tener un rol similar durante la refinación de las conexiones neurales durante la adolescencia. Si esto es confirmado por investigaciones científicas en el futuro, se podría decir que esta es una de las formas en que el uso de marihuana durante la adolescencia produce sus efectos a largo plazo.
El impacto más grande y a largo plazo del uso de marihuana ocurre en los jóvenes ya que su cerebro aun continua creando nuevas conexiones
Nuestra capacidad de derivar conclusiones definitivas sobre el impacto del uso de marihuana a largo plazo en el cerebro humano, basándonos en estudios pasados, es usualmente limitada por el hecho de que los participantes en estos estudios tienden a usar varias sustancias, y típicamente no se tiene toda la información sobre la historia de la salud de los participantes o de su funcionamiento mental antes de participar en el estudio.
En la próxima década, los Institutos Nacionales de la Salud planean financiar un estudio longitudinal que va a hacer un seguimiento de una muestra grande de jóvenes americanos desde los últimos años de su niñez (antes de comenzar a usar drogas) hasta sus primeros años como adultos. El estudio usará neuroimagenes y otras herramientas avanzadas para clarificar precisamente como y hasta qué punto la marihuana y otras sustancias, por si solas y combinadas, afectan el desarrollo del cerebro durante la adolescencia.
La marihuana, la memoria y el hipocampo
La degradación de la memoria por el uso de marihuana ocurre porque el THC altera la forma en que la información es procesada en el hipocampo, un área del cerebro responsable por crear memorias.
La mayoría de la evidencia científica que apoya esta afirmación proviene de estudios en animales. Por ejemplo, las ratas que son expuestas al THC cuando están en el útero, después de nacer o durante la adolescencia, muestran problemas notorios al ejecutar ciertas tareas específicas de aprendizaje y memoria más tarde en sus vidas. Por otra parte, el daño en las capacidades cognitivas en ratas adultas está vinculado con cambios estructurales y en el funcionamiento del hipocampo por haber estado expuestas al THC durante la adolescencia.
A medida que las personas van envejeciendo, pierden neuronas en el hipocampo, lo cual disminuye la habilidad para aprender nueva información. El estar expuesto de una forma crónica al THC puede acelerar la perdida de neuronas en el hipocampo relacionada con la edad. En un estudio, ratas que habían sido expuestas al THC a diario por 8 meses (aproximadamente un 30 por ciento de su vida) mostraron una perdida en células neurales (entre los 11 y los 12 meses de edad) igual a la que se ve en animales con el doble de la edad que no han sido expuestos al THC.
Fuente: https://www.drugabuse.gov
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