"Cuando alguien no acaba dedicándose a aquello que ama no se llama realismo, falta de recursos o imposibilidad: se llama conformismo.
Casi siempre la misma historia: niño con hambre de mundo y ambiciones se convierte en joven con sueño; joven motivado orienta sus primeros estudios a su sueño; joven menos joven termina estudios y envía CVs a empresas que colmarían sus aspiraciones; empresas en crisis o con muchas peticiones para un mismo puesto dicen no; joven desmotivado busca trabajo en lo que sea hasta que lo encuentra; joven empieza a ganar dinero y a comprarse cosas; joven olvida sueño.
Evidentemente, nadie va a decirte que se vendió por dinero o que le venció el miedo, pero al que se entrega a su pasión se le nota en seguida.
No basta con estar contento en el trabajo, hay que estar enamorado... No seas menos de lo que quieres
Es necesario recuperar la pasión y llevarla a todos los ámbitos de nuestra vida. Tu vida no empieza cuando terminas el trabajo, tu vida empezó al nacer. Si lo que más amas es cantar, canta; si lo que amas es hacer surf, monta una escuela de surf, y si lo que amas es escribir, crea tu propio (El) universo de lo sencillo.
No basta con estar contento en el trabajo, hay que estar enamorado de él de la misma forma que lo harías de una persona. A tu pareja no le dirías “estoy contento contigo”, a tu pareja le dices “me vuelves loco, quiero ‘tú’ a todas horas”. Con tu trabajo debe ser igual.
No seas menos de lo que quieres...
Si aceptas el reto, hay tres grandes obstáculos a los que debes hacer frente. Son los asesinos de sueños: el dinero, la impaciencia y la opinión de los demás".
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