La hipertensión arterial (HTA) es uno de los mayores problemas de salud pública mundial y, como tal, merece un estudio y seguimiento minucioso por parte del médico de cabecera, pero los pacientes también pueden participar del proceso de control y tratamiento.
Son numerosos los estudios estadísticos que avalan y demuestran los beneficios de la actividad física sobre la hipertensión arterial, que son notables frente a aquellos que no son físicamente activos. El ejercicio físico aeróbico contribuye por diferentes mecanismos a reducir los valores de tensión arterial tanto diastólica como sistólica, viendo sus máximos beneficios en el manejo de la HTA leve a moderada.
No está de más decir que el ejercicio físico también contribuye a reducir el peso e indirectamente disminuye los niveles de estrés y favorece el control de los niveles de colesterol en sangre, aumentando el colesterol bueno (HDL) y disminuyendo el nivel del resto.
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- ¿Qué tipos de ejercicio son beneficiosos para la reducción de la tensión arterial?
El ejercicio debe movilizar grandes grupos musculares sin el uso de sobrecargas, tales como natación, ciclismo, marcha rápida o trote, y es clave tener en cuenta que su beneficio solo se obtiene con la regularidad.
Cabe aclarar que el acondicionamiento físico con utilización de pequeñas cargas para facilitar el gesto técnico con gran número de repeticiones (20-30) también contribuye a reducir la tensión arterial.
Las actividades de estiramiento y relajación otorgan beneficios menores en forma secundaria trabajando, sobre el nivel de estrés.
- ¿Cuál es la frecuencia aconsejada para realizar ejercicio en forma regular?
Es recomendable realizar al menos 3 sesiones semanales de 30 a 40 minutos de duración, con una intensidad entre 60% 70% de la frecuencia cardíaca máxima FCM. Esto se denomina doble producto y se obtiene restándole a 220 la edad. Ej.: 220-edad= FCM.
Es importante tener cuenta que si nos disponemos a iniciar un plan de ejercicio rutinario luego de un largo período de sedentarismo, el inicio de la actividad debe ser de forma paulatina con sesiones entre 5-10 minutos en forma diaria, hasta alcanzar el acondicionamiento que les permita realizar la rutina antes mencionada.
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- ¿Qué ejercicios no deben realizar las personas con hipertensión?
Existen básicamente dos tipos de ejercicios: los denominados ejercicios isotónicos y los ejercicios isométricos. ¿Cómo diferenciarlos? En el caso de los ejercicios isotónicos existe desplazamiento y un ejemplo sería caminar, trotar o andar en bicicleta. En el caso de los ejercicios isométricos no suele haber desplazamiento o se le ofrece al desplazamiento una gran resistencia, como por ejemplo levantar pesas o correr un vehículo pesado. En el manejo de la hipertensión arterial se encuentran desaconsejados los métodos isométricos de entrenamiento, dado que producen elevaciones importantes de la tensión arterial durante su práctica, como así también contribuyen a desarrollar hipertrofia cardíaca (aumento del espesor de las paredes del corazón) y otros efectos indeseables.
Por: Dr. Gustavo O. Saccher. Medico Cardiólogo.
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