En la compleja red comunicacional en la que vivimos, resulta cada vez más difícil generar mensajes que impacten y perduren en la opinión pública. Por eso, cada político intenta acercarse a su audiencia usando conceptos reveladores que expliquen mejor su postura y queden grabados en la memoria de los ciudadanos.
Discursos políticos
Y en estos días hiperconectados, los discursos políticos nos llegan desde las más diversas plataformas y en los más diversos formatos. Tweets, videos en Youtube, discursos en forma de posteos en Facebook y por supuesto, los habituales mensajes en entrevistas y actos. Lleguen como lleguen, los discursos políticos siguen siendo la herramienta estrella de comunicación política, sin duda alguna.
Metáforas, analogías, hipérboles, anáforas o aliteraciones, las figuras retóricas son una parte fundamental de la comunicación política y cada vez deben crearse nuevas, que se adapten a los tiempos que corren.
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En un año electoral en la Argentina, la aplicación Babbel para el aprendizaje de idiomas, convocó a un grupo de especialistas quienes crearon una guía que ayuda a entender algunas de las estrategias de comunicación más utilizadas en la política y así poder descifrar mejor los discursos y mensajes políticos.
Metáforas políticas
Especialmente interesantes resultan las metáforas. Algunos ejemplos conocidos y muy utilizados en nuestro país y en el mundo son:
- Grieta: concepto argentino para marcar la diferencia entre quienes están a favor y en contra de un partido político, dirigente, idea o pensamiento. Es la línea que separa a los defensores y críticos.
- Escrache: es el nombre dado en Argentina, España, Paraguay, Uruguay y Venezuela a un tipo de manifestación en la que un grupo de activistas se dirige al domicilio, lugar de trabajo o en lugares públicos donde se reconozca a alguien a quien se quiere denunciar. Se trata de una palabra en jerga para referirse a un método de protesta basado en la acción directa, que tiene como fin que los reclamos se hagan conocidos a la opinión pública.
- Flood (inundar o inundación) o tide (marea): términos anglosajones para describir el flujo de inmigrantes en Reino Unido y Estados Unidos, asociándola así a algo negativo y peligroso.
- Corralito: diminutivo de corral, en el año 2001 se utilizó el término en el país, para referirse a la a la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros impuesta por el gobierno. Se buscó destacar mediante una analogía la forma en que el Gobierno restringía una de las libertades esenciales de los usuarios de cualquier sistema bancario: la de poder sacar sus fondos en cualquier momento. Posteriormente y debido a la popularidad que adquirió el término, este se empezó a usar en todos los países de habla castellana para hacer referencia a la inmovilización de los depósitos realizada por el gobierno de cualquier país.
Eufemismos políticos
Otra de las figuras retóricas más utilizadas en política es el eufemismo. Este pretende suavizar la dureza de un concepto demasiado duro con palabras neutras o positivas, generalmente para no dañar la imagen del político o para introducir una maniobra poco favorable. Algunos ejemplos más utilizados en la actualidad son:
- Pagos indebidos, expresión utilizada recientemente en Argentina para hablar sobre la existencia o no de coimas.
- Reperfilamiento de deuda, tecnicismo muy utilizado actualmente por los políticos argentinos, que implica modificar los plazos de pago respetando los montos de una deuda a pagar. Se aplica una modificación sobre los términos y condiciones de la deuda a pagar, ante la falta de solvencia y/o liquidez de la parte deudora.
- Recortes estratégicos en gasto público, sinónimo de despidos masivos, es decir, menos inversión en educación, sanidad e infraestructuras. Se trata aquí de realidades amargas que se ven suavizadas por el uso del adjetivo «estratégico».
- Daños colaterales, en inglés collateral damage, un eufemismo utilizado para hacer más aceptable la pérdida de víctimas inocentes.
- Devaluación competitiva de salarios: detrás de esta expresión se esconde una serie de medidas presentadas en Bruselas por el gobierno de España. Quizás en su momento se creyó que el uso del adjetivo «competitivo», generalmente asociado a conceptos positivos, haría menos amarga la bajada de los salarios.
- Migrationsmanagement(alemán): esta palabra se refiere en realidad al reparto de migrantes entre regiones, pero parece que el concepto resulta menos áspero al expresarlo mediante el término «gestión».
Entre los eufemismos más llamativos y de los que más se abusa está la expresión crecimiento negativo (negative growthen inglés, croissance negativeen francés, crescita negativaen italiano y Nullwachstumen alemán).
En realidad, el término «recesión» correspondería mucho mejor a la situación que se pretende describir. Sin embargo, el uso de la palabra «crecimiento», aunque se asocie con «negativo» o, en alemán, con el número cero ("null"), confiere una connotación menos violenta.
En un mundo arrasado por el ruido y los discursos polarizados, es muy necesario detenernos unos minutos para interpretar eficazmente el lenguaje de la política.
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