Especialistas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria explican cuáles son los principales enemigos de la salud respiratoria, qué debemos tener en cuenta para prevenir estas enfermedades y cuándo es oportuno consultar al médico.
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¿Cómo prevenir las enfermedades más frecuentes?
Los pulmones están formados por delicados tejidos, que están en contacto directo con el medio ambiente a través del aire que inhalamos y que se dirige a la vía aérea. Cualquier elemento que se inspire (humo de cigarrillo u de otros carburantes, gérmenes, productos químicos, etc.) puede afectarlos y causar daño, tanto a la vía aérea como al parénquima pulmonar.
La llegada de las bajas temperaturas y la pandemia mundial producida por el COVID-19 pone en máxima alerta a la población de riesgo, que debe maximizar las medidas de cuidado y estar atenta ante posibles síntomas, ya que son lo más vulnerables a este tipo de afecciones.
El cuerpo posee un sistema de defensas diseñado para protegerlo, el cual funciona muy bien la mayoría del tiempo, pero frecuentemente puede ser sobrepasado o dañado con determinados factores que pueden perjudicar gravemente la salud del paciente.
La llegada de las bajas temperaturas y la pandemia mundial producida por el COVID-19 pone en máxima alerta a la población de riesgo, que debe maximizar las medidas de cuidado
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Principales enemigos de la salud respiratoria
Ahora bien, la salud respiratoria posee algunos detractores, algunos de ellos prevenibles y evitables, y otros que son propios del paciente. ¿Cuáles son?
1) Tabaquismo
El humo de cigarrillo es la mayor causa de enfermedad pulmonar, fundamentalmente de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y de cáncer de pulmón. Puede producir inflamación y daño en la vía aérea estrechando los bronquios y dificultando la respiración y puede dañar el tejido pulmonar destruyéndolo y causando enfisema. Con el tiempo en algunos casos puede desencadenar cambios severos que lleven a un crecimiento celular anómalo (cáncer).
Dejar de fumar disminuye de forma inmediata el riesgo de infarto o accidente cerebrovascular y a los 5 a 7 años baja el riesgo de cáncer de pulmón. Ayuda a recuperar el gusto y el olfato y mejora la capacidad respiratoria, incrementando la resistencia física y mejorando la actividad sexual.
Se puede abandonar la adicción a través del auto-tratamiento mediante folletos, la psicoterapia o con medicamentos (ansiolíticos, sustitución nicotínica, Vareniclina), según recomiende el profesional tratante.
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2) Infecciones respiratorias
Las infecciones respiratorias más peligrosas en la actualidad son la neumonía, gripe y COVID-19 patologías de mayor riesgo en niños pequeños, personas mayores de 65 años y aquellos con enfermedades subyacentes.
Se transmiten a través de la inhalación de virus o bacterias presentes en la nariz o garganta, por gotitas producidas por la tos o estornudos o por medio de la sangre (en el parto).
En todos los casos se recomienda:
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
- Utilizar alcohol en gel.
- Toser o estornudar sobre el pliegue del codo.
- Utilizar pañuelos descartables y no de tela.
- No llevarse las manos a la cara.
- Ventilar bien los ambientes de la casa y del lugar de trabajo.
- Desinfectar bien los objetos que se usan con frecuencia.
- No automedicarse.
Las infecciones respiratorias más peligrosas en la actualidad son la neumonía, gripe y COVID-19 patologías de mayor riesgo en niños pequeños, personas mayores de 65 años y aquellos con enfermedades subyacentes
En el caso de la neumonía la prevención es a través de cesación tabáquica y vacunas neumocóccica y antigripal, esta última también preventiva de la gripe. Y en el caso del COVID-19, aún no existe un tratamiento médico comprobado, por tanto, se recomienda además el distanciamiento social (mantener 1.5 metros de distancia entre personas).
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Enfermedades obstructivas
Las dos patologías de mayor prevalencia son la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), con una prevalencia del 14.5 % en nuestro país (EPOCAR proyecta 2.000.000 de pacientes y alrededor de 6.500 muertes x año), la mayoría individuos mayores de 50 años. Y el asma, con una prevalencia de 10-20% en niños y 5-10% en adultos
EPOC
Es una enfermedad prevenible y tratable, caracterizada por síntomas respiratorios persistentes como disnea (dificultad respiratoria) progresiva, tos, producción de esputo y limitación fija al flujo aéreo, causada por exposición a partículas nocivas, mayormente humo de tabaco.
El diagnóstico se realiza generalmente en mayores de 40 años tabaquistas y con síntomas respiratorios. La prevención consiste en estimular el abandono del tabaquismo y desestimar el uso de cigarrillo electrónico y/o los “vapers”.
El tratamiento puede ser farmacológico y No farmacológico, estos últimos son rehabilitación respiratoria y vacunas contra la gripe y el neumococo. El farmacológico es: Cesación tabáquica, broncodilatadores inhalados, corticoides inhalados (en situaciones especiales) y oxigenoterapia en casos avanzados.
La prevención consiste en estimular el abandono del tabaquismo y desestimar el uso de cigarrillo electrónico y/o los vapers” o conocidos como cigarrillos electrónicos
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Asma
Es una enfermedad inflamatoria crónica de la vía aérea, con una obstrucción generalizada pero variable del flujo aéreo, a menudo reversible. Presenta síntomas como sibilancias, dificultad respiratoria, opresión torácica y/o tos, nocturna o durante la madrugada, siempre desencadenada por disparadores.
La medicación para tratar el asma se divide en: controladores (efectos antiinflamatorios) y de rescate (según necesidad). No tiene cura, pero puede ser tratada eficientemente y se considera que el paciente está controlado cuando: no tiene síntomas, no utilizar medicamentos de rescate y tiene una función pulmonar normal.
La prevención de esta enfermedad está dirigida a evitar su desarrollo y reducir riesgo de exacerbaciones: prevenir la sensibilización, evitar tabaquismo en embarazo, identificación de sensibilizantes ocupacionales
Los pulmones cumplen una de tarea vital para nuestro cuerpo y los pilares para mantenerlos saludables son la prevención:
- Fundamentalmente vacunación en los casos que corresponda.
- Actividad física.
- Dejar de fumar.
Una vida libre de humo no solo ayudará a mantener sanos los pulmones, sino que aportará una mejor calidad de vida y reducirá los índices de mortalidad, ya que previene enfermedades coronarias y benefician a pacientes con diabetes, hipertensión, obesidad, depresión y osteoporosis, entre otras.
- Asesoraron: Dr. Daniel Carlés (MP 57485), y Dra. Vanesa Abrate (MN 31454/7) Co-Coordinadores de la sección Neumonología Clínica y Medicina Crítica de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
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