¿Cuántas veces nos sentimos agotados y lo único que deseamos es llegar a casa para acostarnos y descansar nuestro cuerpo y mente? Lo primero que tenemos que tener en cuenta al momento de pensar en la relajación para niños es que ellos sienten las mismas cosas que los adultos.
Los niños también se cansan, se frustran y tienen días malos. Por eso es necesario que los más pequeños de la familia puedan practicar algunos simples ejercicios de respiración y relajación para que se sientan mucho mejor.
Cada año los casos de niños con exceso de estrés, presiones, angustia, competitividad con su pares y sobrecarga de estímulos hacen que se sientan cada vez más colapsados y eso puede influir tanto en los rendimientos personales como escolares. Las técnicas de relajación para niños sirve para que puedan aprender a manejar sus ansiedades, nervios y a descansar correctamente. Esto no ocurre de un día para el otro, si no que es un ejercicio que hay que practicar con frecuencia y regularidad.
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Beneficios de la relajación en niños
Te contamos algunos de las bondades que tiene la relajación en los niños:
- Disminuye la ansiedad.
- Aumentan la tranquilidad.
- Canalizan energía y se descargan.
- Mejora la calidad del sueño.
- Ayuda al bienestar de los niños.
- Ayuda a reducir la tensión en los músculos.
- Relaja la mente y el organismo.
- Mejora la capacidad de concentración.
- Aumenta la creatividad y la imaginación.
- Favorece el aprendizaje.
- Mejora la memoria.
- Ayuda a controlar las emociones, sobre todo aquellas como el enojo y la agresividad.
- Aumenta la confianza en uno mismo.
- Generan un bienestar general.
Meditación guiada para niños
La meditación guiada es una técnica muy buena para relajarse y distender la mente. Lo primero que tenés que tener en cuenta a la hora de practicarlo es encontrar un lugar en la casa que sea lo suficientemente cómodo y tranquilo.
Una vez realizado esto, le pedimos a los chicos que se sienten o se recuesten en el suelo y que traten de poner su mente en blanco. Una vez hecho eso, se les irá dando diversas pautas que tendrán que ir siguiendo y de esa forma relajarse. Podés pedirles que imaginen que están en la playa y que sienten la arena caliente en los pies, o que caminan sobre pasto mojado.
El objetivo es que puedan visualizarse en el lugar que imaginan y puedan sentir los olores, sabores y texturas que hay allí.
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Esto no es tarea fácil pero se tiene que practicar con frecuencia para que se logre con más naturalidad. La clave está en enseñarle a los niños que ellos son quienes controlan su pensamiento.
Juegos relajantes
Los juegos para relajarse son una muy buena alternativa al momento de ayudar a los niños a que liberen sus energías y así poder relajarse. Una de las técnicas de relajación más populares es aquella que se basa en tensar los músculos y luego aflojarlos completamente. De esa manera se logra identificar que es lo que está tensionado y poder actuar sobre ellos.
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A continuación algunos juegos para que puedas ponerlos en práctica:
De robot a muñeco de trapo
Primero el niño debe imaginar que es un robot: caminar y hablar como robot.
Luego debe imaginar que se convierte en un muñeco de trapo, relajando las piernas, los brazos y la espalda. Después tomá uno de los brazos y levantálo, y dejálo caer lentamente, como si fuera una bolsa de papas.
El objetivo del ejercicio es que pueda relajarse y hacer como si su cuerpo no pesara nada.
La mosca
Se le pide al niño que se acueste en el suelo y que se imagine que una mosca comienza a molestarlo y a recorrer su cuerpo. Primero la mosca se posa en su mano, entonces tiene que tensar al máximo esa parte del cuerpo para que la mosca se aleje. Cuando no pueda soportar más la tensión, se relaja y así podrá notar la diferencia.
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Para continuar con el ejercicio guiar el chico a que la mosca se pose en varias zonas y así relajar distintas partes del cuerpo.
Cubito de hielo
En este ejercicio los niños deberán imaginar que son cubitos de hielo y que están congelados. Van a tener que tensar lo más que puedan sus músculos y estar lo más inmóviles que puedan. La primavera y el calor están llegando, entonces el sol va a ir derritiendo poco a poco el hielo. Los niños tendrán que ir relajando los músculos progresivamente para destensarse y estirarse.
El que no se ríe gana
Consiste en pedirle al niño que mire a otra persona pero permaneciendo quieto, en silencio y sin reírse, mientras la otra persona tiene que hacer todo lo posible para que suelte una carcajada.Todo es válido: hacer chistes, cosquillas, etc.
Este ejercicio es muy bueno tanto para el que intenta aguantar la risa como el que hace reír, ya que va a permitir que las personas involucradas se enfoquen en el otro y no en sí mismos.
El gato
Consiste en que el niño imagine que es un gato y se debe arrodillar en el piso como si fuera el animal. Para lograr eso tiene que mantener rodillas, manos y pies en línea recta. Deberá sacar el aire por la boca metiendo la barbilla hacia adentro y encorvar la columna hacia adelante, como hacen los gatos cuando se estiran.
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Pedirle al chico que aguante la postura unos minutos y que luego relaje la postura y la espalda.
Camino de texturas
Para poder realizar este ejercicio se deberá tener una pizarra de corcho o telgopor y armar un recorrido, como si fuera una ruta, con diferentes texturas. La idea es que el niño pueda ir haciendo todo el camino hasta llegar al final. Al hacerlo lento y con diferentes tipos de tela y texturas, se relajará e irá pensando cada una de ellas. Cuando termine pueden repasar cuáles son las que recuerda.
Dibujar y pintar
Aunque parezca algo sin mucho sentido, una de las maneras que más ayudan a canalizar nuestras energías es pintando y dibujando. Esto ayuda a liberar tensiones, malestares y frustraciones.
Hay varias opciones: la primera es darles la posibilidad a los niños que dibujen lo que ellos quieran. También pueden cerrar los ojos e imaginar algo para luego dibujarlo. La idea es dejar que fluyan sus pensamientos y que se sientan libres.
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Otra de las alternativas es ofrecer a los pequeños un mandala para que puedas pintarlo. Los mandalas son excelentes a la hora de relajar nuestra mente y concentrarnos, ya que para poder pintarlo tenemos que estar enfocado en eso que se hace. Es una buena técnica para pensar en otra cosa y distenderse. De hecho, hay mucha gente adulta que lo hace ya que se cree que además ayuda a mejorar la memoria.
Contacto con el otro
Si bien ésta técnica no es juego sirve para que los niños puedan relajarse. Consiste en hacerse masajes en la parte de los hombros de manera tranquila y sin presionar muy fuerte para que no duela. Teniendo esta práctica de manera cotidiana, los mismos pequeños serán los que los pidan después.
El chicle
Consiste en imaginar que se tiene un chicle en la boca. La idea es pensar en que está muy duro y hay que masticarlo como puedas. Los niños tienen que hacerlo durante unos minutos y luego relajar la mandíbula y la boca y luego intentarlo de nuevo.
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