Todos los años, cuando llega el invierno, el frío trae de la mano las malas noticias de muertes por intoxicación por monóxido de carbono, siendo la mayoría de ellas prevenibles y evitables.
Ya en 2016 el Ministerio de Salud de la Nación había informado, a través de la secretaría Secretaría de Promoción y Programas de Sistemas Sanitarios, un aumento del 30,7% respecto al 2015 a lo largo de todo el territorio. Y el año pasado no hubo mejores noticias: en 2017, el Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación confirmó 981 personas con intoxicadas con monóxido de carbono, un 6% mas que en el 2016. Se produjeron principalmente en las provincias del centro (52%) y las del sur (35%). En lo que va del año ya se confirmaron alrededor de 70 casos, siendo 71% de las provincias del centro.
El monóxido de carbono es un gas muy tóxico, inodoro, incoloro, que no irrita las mucosas, y se dispersa con facilidad, lo cual su presencia pasa inadvertida a las personas expuestas. En los hogares, la producción de dióxido de carbono se origina en los artefactos que queman gas, carbón, leña, querosén, alcohol, etc. Si bien el gas natural no contiene dióxido de carbono, su combustión incompleta es capaz de generarlo.
Las causas principales son por deficiente funcionamiento de estufas, termotanques y calefactores en ambientes no ventilados, cuando no están correctamente instalados por personal idóneo o no fueron controlados cuando se inician las temperaturas bajas. Otras fuentes son los braseros, los hogares a leña, las salamandras, las parrillas, las cocinas a leña o carbón.
También se observa en incendios cuando se inhala humo y es una de las causas de internación de las víctimas y los bomberos. Y, también, es uno de los mecanismos utilizados por los suicidas cuando dejan en funcionamiento el auto en garages sin ventilación.
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Hay algunos indicios que nos deben alertar:
- Coloración amarilla o naranja de la llama. La llama amarilla es signo de mala combustión y generación de monóxido.
- Aparición de manchas, tiznado o decoloración de los artefactos, sus conductos de evacuación o alrededor de ellos.
Una vez inhalado el monóxido de carbono, difunde rápidamente de los alveolos pulmonares a la sangre donde se combina con la hemoglobina, compitiendo con el oxígeno ya que tiene una afinidad 200 veces superior. La carboxihemoglobina, el producto formado, no puede transportar oxígeno; aún más, la presencia de ese compuesto interfiere en la disociación del oxígeno de la oxihemoglobina restante, dificultando así la transferencia de oxígeno a los tejidos.
Es importante tener en cuenta en la embarazada va a afectar a la madre y al feto debido a que pasa la barrera placentaria.
Ante los primeros síntomas, hay que retirar a las personas que se encuentran en el lugar contaminado, abrir puertas y ventanas para mantener el ambiente ventilado.
Cuando el paciente ingresa a la guardia el diagnóstico es dificultoso y muchas veces no es sospechado debido a que los síntomas son inespecíficos como dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, debilidad, cansancio y/o pérdida de conocimiento.
En el caso de personas que estuvieron en un incendio siempre se debe descartar la intoxicación por dióxido de carbono.
Los lactantes suelen estar irritables, con llanto continuo y rechazo del alimento, seguido de obnubilación y coma.
Si la intoxicación se prolonga en el tiempo, los síntomas empeoran pudiendo aparecer dolor de pecho, isquemia coronaria, arritmias cardíacas, taquicardia, hipotensión, convulsiones y alteración del estado de conciencia.
La medición de los niveles de carboxihemoglobina cuantitativa en sangre nos da el diagnóstico y nos sirve para el seguimiento del paciente. Los valores de COHb considerados elevados son > 3% en no fumadores y > de 7 - 10% en fumadores no debe alertar para tratar urgentemente al paciente.
Los síntomas iniciales, como la cefalea, comienzan a menudo con niveles del 10%. Mientras que la afección cardiovascular y neurológicos pueden verse gravemente afectados con niveles superiores al 20%.
La oximetría de pulso no resulta adecuada ya que no diferencia entre oxihemoglobina, carboxihemoglobina y metahemoglobina, al poseer igual longitud de onda, situación que lleva a un grave error a la hora de la lectura.
SIEMPRE solicitar determinación de carboxihemoglobina cuantitativa a todos los expuestos junto a la víctima, aunque se encuentren asintomáticos, ya que con frecuencia suelen tener valores elevados y también deben ser tratados.
El tratamiento consiste en la administración de oxígeno hasta la eliminación del monóxido de carbono, guiado siempre por los valores de laboratorio.
En el caso de los pacientes con deterioro del sensorio el tratamiento es el de sostén y oxígeno por medio de la ventilación mecánica.
Cómo prevenir intoxicaciones
- Está prohibido el uso de artefactos que no sean de tiro balanceado en dormitorios y baños. Y, aún así, dejar siempre una ventana abierta al menos 3 centímetros.
- El calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
- Nunca duermas con estufas prendidas.
- Verificá que no estén obstruidos los conductores o rejillas de ventilación. Es fundamental contar con un espacio por el que se renueve el aire.
- Revisá una vez por año por un gasista matriculado todo tipo de estufas, catalíticas, pantallas infrarrojas y salidas al exterior de aparatos calefactores.
- Evitá el uso de braseros o estufas a querosén. Si no podés hacerlo, apagarlos antes de acostarse.
- Nunca uses hornallas y/o el horno para calefaccionarse. Es preferible que te abrigues con más ropa.
- No encender motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en ambientes cerrados, en sótanos o garajes.
- No mantener el motor del auto en funcionamiento cuando el garaje está cerrado.
- Existen detectores de monóxido de carbono que se pueden colocar en distintos puntos estratégicos de los hogares.
Los centros de referencia nacional son:
- Centro Nacional de Intoxicaciones Hospital Nacional Dr. Alejandro Posadas,
0800-333-0160 (Atención 24 horas). - Hospital General de Agudos "Dr. Juan A. Fernández", Cerviño 3356 de la Ciudad de Buenos Aires.
- Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Gallo 1330 de la Ciudad de Buenos Aires.
- Hospital de Niños Sor María Ludovica, calle 14 Nº 1631, entre 65 y 66, La Plata.