Hay diferencias muy grandes en la formación y el ejercicio de las distintas especialidades en Medicina. Lo que estudiamos, lo que vivimos cada día, los vínculos que armamos con los equipos, con los pacientes, con sus familias. Muchas cosas nos van "construyendo" distintos. Y hay situaciones donde ésto se ve muy claro: en los cuidados paliativos, por ejemplo. En los tramos más duros, cuando toca tomas decisiones difíciles, unos y otros miramos al enfermo con lentes diferentes.
Un estudio reciente, titulado el "Entrenamiento de cuidados paliativos y toma de decisiones para pacientes con cáncer avanzado: una comparación de cirujanos y médicos clínicos, intensivistas u oncólogos", ilustra muy bien el tema. Concluye que las deficiencias sustanciales en el entrenamiento de los cuidados paliativos persisten entre los cirujanos y se asocian con recomendaciones más agresivas para el tratamiento de pacientes con cáncer avanzado.
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Los investigadores compararon la toma de decisiones quirúrgicas y el entrenamiento en cuidados paliativos entre cirujanos y médicos que comúnmente tratan pacientes con cáncer avanzado. Así encontraron que los cirujanos tenían menos entrenamiento en cuidados paliativos en comparación con los médicos, y que ese déficit se asociaba con recomendaciones de tratamiento más agresivas en escenarios clínicos de pacientes con cáncer avanzado con condiciones quirúrgicas sintomáticas.
Estos hallazgos resaltan la necesidad de mayores esfuerzos en todo el sistema en la educación de cuidados paliativos entre los cirujanos, incluida la incorporación de un plan de estudios estructurado de capacitación en cuidados paliativos en la educación quirúrgica continua y de posgrado.
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Cuando hay un entrenamiento de formación en cirugía, los programas no contemplan el final de la vida, como sí lo hacen las ramas no quirúrgicas de las especialidades médicas, como por ejemplo clínica médica, terapia intensiva o los cuidados paliativos como subespecialidad en ramas clínicas.
Hoy en día, el enfoque de los cuidados paliativos se entiende como aquellos cuidados que mejoren la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio de difernetes sintomas, como falta de aire o dolor por medio de la identificacion adecuada de caracteristicas de los pacientes y las patologías que presentan. En ello se basa fundamentalmente la definicion de la OMS, sobre cuidados paliativos de pacientes.
Los cuidados paliativos deberían comenzar en las fases tempranas del diagnóstico de una enfermedades que tienen compromiso múltiple de la funciones orgánicas, así como de las actividades de la vida diaria desde el comienzo de los tratamientos curativos y durante todo el proceso de enfermedad.
De la misma forma, incluso en las fases finales de la enfermedad, en las que el tratamiento es predominantemente paliativo, tratando que los pacientes esten confortables, al final de la vida.
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El valor de los cuidados paliativos es enorme y creciento y los médicos de todas las especialidades deberíamos tomar conciencia sobre ello. Las razones:
- Ofrecen un sistema de soporte para ayudar a la familia a adaptarse durante la enfermedad del paciente.
- Mejoran o mantienen la calidad de vida.
- Proporcionan alivio del dolor y otros síntomas.
Muchos pacientes que vemos en terapia intensiva son ingresados al final de la vida luego de largas enfermedades por alguna complicación aguda, siendo en muchos casos traumático tanto para la familia como para el paciente.
Por ello todos debemos tener en cuenta que no todo paciente requiere de un gran soporte como el que se brinda en terapia intensiva, sino que, en algunos casos, lo que requiere es que le podamos brindar cuidados paliativos.
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Muchas veces el ingreso de pacientes con largas enfermedades que llevaron al paciente a no tener más tratamiento curativo, llegan a las unidades porque no hubo en el transcurso de la enfermedad un adecuado asesoramiento o acompañamiento para que ésto no ocurra, y para que el momento final de su vida lo haga en familia y en su domicilio.
Por esto la importancia de que el paciente pueda atenderse en el domicilio por un equipo de soporte oncológico y, de esa manera, fomentar un sostén clínico psicológico para que la familia forme parte del cuidado y, de esa manera, el paciente esté más a gusto y rodeado de su entorno familiar más cercano.
Por lo tanto cuando recibimos pacientes al final de la vida luego de largas enfermedades en general oncológicas, o en aquelos que se denominan “crónicamente enfermos”, el manejo de la analgesia es primordial, ya sea que se pudo hablar durante la enfermedad o cuando el paciente por decisión propia o de la familia son no reanimables. Es clave comenzar rápidamente a tratar los síntomas de disconfort, priorizando el bienestar del paciente y el acompañamiento de la familia.
La Humanizacion de la terapia intensiva es una tendencia que nos compromete y nos desafía a todos.
- Por Maria Gabriela Vidal. Medica Planta del Servicio de Terapia Intensiva Hospital San Martin de La Plata. Maestrando en Economia y Gestion de la Salud. Miembro de la Comisión directiva de SATI (Sociedad Argentina de Terapia Intensiva).