1. Evitar las actividades al aire libre durante la tormenta (jardinería, construcción, practicar deporte, etc.).
2. No utilizar aparatos eléctricos como los teléfonos, lavadoras, equipos de música, etc. Puesto que si un rayo cae en la casa, su descarga eléctrica viaja a través de los cables eléctricos hacia los aparatos y hacia quien los esté utilizando en ese momento.
Es prudente no contestar llamadas telefónicas mientras dure una tormenta eléctrica. Las radiaciones electromagnéticas pueden atraer los rayos
3. Deshacerse de todo material metálico (bastones, mochilas con armazón, palas, azadones, rastrillos, palos de golf, paraguas, herramientas...) y depositarlo a más de 30 metros de distancia. Los rayos aprovechan su buena conducción.
4. No protegerse, refugiarse o acercarse a todo aquello que actúe como pararrayos (un árbol, una torre de tensión eléctrica, alambres de un tendedero, rieles de ferrocarril, maquinaría agrícola, vallas metálicas, postes de la luz, pequeñas edificaciones, etc.).
La probabilidad de ser alcanzado por un rayo es mucho mayor en el medio rural que en el urbano. Los altos edificios con estructura metálica protegen las zonas adyacentes y derivan a tierra la descarga eléctrica, al igual que los pararrayos.
En el campo, los árboles, en particular los muy altos y aislados atraen especialmente a los rayos
5. Evitar estar cerca o en contacto con materiales conductores (agua, tuberías de hierro, sistema eléctrico, etc.)
6. No llevar o despojarse, si esta en el campo abierto y le sorprende la tormenta, de objetos metálicos (cuchillos, azadas metálicas, palos de golf, etc.)
7. No se bañe durante las tormentas y salga rápidamente de piscinas, lagos, etc.
8. Evite lugares altos (colinas, pequeñas elevaciones del terreno, etc.). Tampoco son aconsejables las bocas de las cuevas.
9. No empezar a correr durante una tormenta y menos con la ropa mojada, esto es muy peligroso. Se crea una turbulencia en el aire y una zona de convección que puede atraer el rayo.
10. Pescadores: Por su composición de carbono las cañas de pescar son especialmente peligrosas, ya que atraen los rayos. Por ello cuando se avecine una tormenta lo mejor es plegar las cañas y guardarlas. Si no tenemos tiempo lo mejor es alejarse de ellas y esperar a que pase la tormenta.