Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las Enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo. Cada año mueren más personas por ECV que por cualquier otra causa.
Se calcula que solo en un año mueren por esta causa 17,5 millones de personas(datos de la OMS del año 2012), lo cual representa un 31% de todas las muertes registradas en el mundo. De estas muertes, 7,4 millones se debieron a la cardiopatía coronaria, y 6,7 millones, a los ACV.
Pero a diferencia de otras enfermedades, la mayoría de las ECV pueden prevenirse actuando sobre factores de riesgo que tienen que ver exclusivamente con nuestro comportamiento, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física o el consumo nocivo de alcohol.
Si bien la OMS ha recomendado algunas estrategias a nivel social para prevenir estas enfermedades, es preciso que cada uno de nosotros tome conciencia de los riesgos que los malos hábitos implican para nuestra salud y comencemos a actuar en consecuencia.
En los tiempos que corren, en todo el mundo, se ha producido un aumento en la ingesta de alimentos hipocalóricos, ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes. Además hay un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización.
Por eso, es preciso incluir en nuestra rutina de alimentación diaria una serie de alimentos cardioprotectores. Los alimentos cardioprotectores, que benefician al corazón, no deben confundirse con los llamados dietéticos,diet o light. Estos términos suelen relacionarse con aquellas comida destinadas al descenso del peso o con la idea de que son más saludables, cuando en realidad no siempre es así.
Tenemos a nuestra disposición una larga lista de los alimentos cardioprotectores, que, para que ejerzan en nuestra salud este efecto, deben ser consumidos en el marco de una alimentación saludable.
Básicamente, ellos tienen la función de proteger nuestro órgano principal al ayudar a prevenir la hipertensión arterial, bajar el colesterol “malo” presente en las arterias y reducir los triglicéridos elevados,
1. Verduras y frutas: su presencia en la dieta diaria es de suma importancia, ya que aportan minerales y vitaminas relevantes en el combate contra la formación de ateromas o placas de colesterol que producen los infartos. Son particularmente beneficiosos los vegetales de hojas verdes. Si bien, estos son muchos alimentos dentro de un mismo grupo comparten la misma propiedad de contener antioxidantes naturales y fibra para reducir el colesterol LDL o malo, los triglicéridos y cuidar el corazón.
2. Pescados y alimentos con Omega 3: Son grasas “buenas” de origen animal ó vegetal, que producen efectos positivos sobre la salud cardiovascular, como reducción de trigliceridemia, prevención de hipertensión arterial. Los de origen animal son pescados grasos (salmón, caballa, arenque) y los de origen vegetal: semillas de chía, lino. Dosis efectiva: dos cucharadas tipo postre de semillas de chía por día ó una cucharadita tipo té de aceite de chía diaria.
3. Legumbres: Además de contener beneficiosos nutrientes, su alto aporte de fibra contribuye a mantener los niveles de lípidos en la sangre en rangos normales. De ahí que su presencia en la dieta sea significativa para reducir el colesterol “malo”.
4. Aceites: Los aceites de mejor calidad son el aceite de oliva, canola, soja, y el alto oleico. Estos contienen grasas insaturadas que aumentan el colesterol bueno y bajan el colesterol malo. Además contiene antioxidantes naturales como la vitamina E.
5. Frutos rojos-azulados: las ciruelas, cerezas, fresas, frambuesas y especialmente los arándonos. Estas frutas son ricas en antocianinas, antioxidantes naturales que evitan la acumulación de grasas en las paredes internas de las arterias.