Amar u odiar las harinas no es la cuestión. Muchos nutricionistas se oponen a su eliminación total porque los hidratos de carbono al digerirse se transforman en glucosa que alimenta órganos y tejidos como el cerebro, los riñones y la retina. Lo cierto es que se puede llevar una dieta balanceada que incluya los antojos blancos si prestamos atención a ciertos recaudos. Aprovechamos la #SemanadelaPasteleriaArtesanal que se realiza hasta el 5 de junio, para entrevistar a los maestros pasteleros de las principales confiterías adheridas y compartir sus consejos sobre pastelería artesanal, la forma más saludable de comer harinas.
1. Dejar las harinas industriales
La ley primera en este camino hacia una alimentación sana. Evitar el supermercado y volver a lo casero es el primer gran paso en este cambio de hábito que suprime la ingesta de aditivos y químicos propios de la producción seriada. Para la merienda de tu hijo, comprá unas cookies en la confitería en lugar de un paquete de galletitas envasadas.
2. Elegir tortas frutales
El secreto de la pastelería artesanal es que se elabora con materias primas naturales, por lo tanto al escoger un cheesecake de frutos rojos estarás encontrando una nueva oportunidad para que tu familia coma frutillas, arándanos y frambuesas naturales. Nada de toppings de mermeladas. El lemon pie se hace con limones de verdad y el mousse de maracuyá también, adiós cítricos artificiales.
3. Incorporar semillas, cereales y frutos secos
No creas en lo instantáneo. Olvidate de la pre-mezcla y de las tortas para microondas. Si no te alcanza el tiempo para volver al gesto de amor que hay en preparar la masa, podés crear una cobertura rica en sabor y energía. Pasá por la pastelería del barrio por un budín básico y personalízalo con un crumble de semillas, avena, nueces y almendras para aumentar el aporte nutricional de cada porción.
Fuente: www.pasteleriaartesanal.com / https://www.facebook.com/pasteleriayreposteriaartesanalargentina
