Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son las dos principales causas de muerte en el mundo. Empresas de todo el mundo invierten millones cada año en combatirlas, y las compañías tecnológicas se han convertido en un gran aliado de la industria médica, investigando las más diversas estrategias para sumarse a la lucha contra las patologías que más vidas se cobran en todo el Globo.
Es la era del eHealth. Y Google es una de las empresas más activas en este terreno, y acaba de presentar la solicitud de dos nuevas patentes para detectar la enfermedad y para perseguir, modificar y destruir células cancerígenas con ultrasonido focalizado.
Sobre la primera de ellas, la de la detección, se está trabajando sobre un terreno más seguro. A partir de nanopartículas en la sangre, se pueden detectar, a través de sensores, enzimas, hormonas, proteínas, células y partículas en la sangre que, si son correctamente monitorizadas, pueden dar diferentes indicadores sobre si se está desarrollando un cáncer. De esta manera, se puede iniciar un tratamiento temprano, evitando la llegada a la enfermedad en estadíos avanzados, que es lo que complica las cosas.
Google estima en cinco años el tiempo necesario para ofrecer a las autoridades sanitarias un wearable contra el cáncer
En lo que tiene que ver con el tratamiento, Google está trabajando fuertemente en un dispositivo móvil inteligente, un wearable, que activaría unas partículas magnéticas sobre las células cancerígenas y otros patógenos vinculados a otras enfermedades. Este dispositivo sería capaz de modificar o destruir células dañinas mediante la transmisión de “energía” en los vasos sanguíneos, que produciría un cambio físico o químico en las células objetivo con el objetivo de reducir o eliminar los efectos adversos para la salud.
Pero Google no es la única que trabaja en esta dirección. La compañía israelí Novocure ha desarrollado un wearable para tratar el cáncer cerebral. Se llama TTFields (Tumor Treating Fields) y tiene el objetivo de prolongar la esperanza de vida de pacientes diagnosticados de glioblastoma, el tipo de cáncer cerebral más común en adultos. El tratamiento se aplica a través de un dispositivo no invasivo de electrodos que se une al cuero cabelludo del paciente. Está probado clínicamente que la baja intensidad de campos eléctricos alternos puede frenar e incluso revertir el crecimiento tumoral, inhibiendo el proceso de división de células y su multiplicación.
En los ensayos clínicos, un corpiño contra el cáncer probado con 500 mujeres tuvo una precisión del 87%, un porcentaje muy similar al de las mamografías
Otro gran destinatario de la mirada de las grandes compañías es el cáncer de mama. Grandes firmas como Salomon, Adidas, Under Armour y Victoria's Secret se encuentran a la vanguardia en integrar sensores en sujetadores para entrenamiento, algo que disparó la idea de incorporar sensores en los corpiños o sostenes para prevenir el cáncer más prevalente en las mujeres. En esa dirección, la compañía Cyrcadia Health presentó iTbra, un wearable que puede detectar el cáncer de mama de manera precoz. Colado dentro del sujetador, cuenta con varios sensores que analizan tanto el flujo sanguíneo como los cambios de temperatura, dos elementos muy relacionados con los tumores. El resultado se traduce y envía al smartphone del médico que realiza el seguimiento.
Y hay más. Ya se está trabajando en el prototitpo de un sujetador que dispensa tamoxifeno, un medicamento para la prevención de la recaída del cáncer de mama, de forma gradual en la dosis exacta.