La joven Lanna Hamann de 16 años se encontraba de vacaciones con su familia y algunos amigo en las hermosas playas de México. Después de hacer un recorrido por las tiendas y de practicar varias actividades deportivas, la joven empezó a sentirse mal.
Sus amigos relatan que estaban en la playa cuando pasó. Lanna se desplomó en la arena; los paramédicos llegaron de inmediato pero era tarde: había muerto. Los médicos explicaron después que el motivo fue un infarto.
Las bebidas energizantes aumentan el riesgo cardíaco en jóvenes
Familiares y amigos no podían creerlo. ¿Cómo una chica tan joven, saludable y llena de vida había terminado así? La madre, desconsolada, contó lo que ocurrió detrás de la repentina muerte de Lanna. Relató que hicieron todas las pruebas necesarias para encontrar la causa de la muerte y los estudios determinaron que el infarto fue generado por algo que la joven había bebido.
Al repasar todo lo que hicieron ese día, la madre recordó que Lanna quería recorrer infinidad de lugares y realizar tantas actividades como fuera posible, y para evitar el cansancio todo el día tomó bebidas energéticas en lugar de agua.
Los expertos aseguran que el consumo de bebidas energéticas tiene diversos efectos, principalmente generados por el alto contenido de cafeína. Estudios realizados en la Universidad Johns Hopkins determinaron que la ingesta desproporcionada provoca aceleración del ritmo cardiaco, aumento de adrenalina, deshidratación, gastritis, daños y alteraciones en nervios y riñones, entre otros.
El infarto avisa cuatro semanas antes: qué síntomas atender
Una de estas bebidas equivale aproximadamente a cuatro cafés. Lanna bebió cerca de 6 latas y su cuerpo no lo soportó. La familia de Lanna quiere que todos conozcan su historia porque las bebidas energéticas se compran libremente, sin importar la edad,lo que vuelve su consumo más accesible y riesgoso.