Si bien la pandemia es una crisis global, las respuestas son locales. En cada país, en cada región, en cada provincia se irán tomando decisiones en función de la situación epidemiológica (y, también, en función de las ideologías y prioridades de quienes conducen cada lugar). Pero todos miramos con ansias ese horizonte no sólo para recuperar nuestras libertades y actividades sino, también, para que la economía vuelva a girar y nuestros ingresos y trabajos no sigan cuesta abajo.
Las autoridades saben que la cuarentena debe ser limitada en el tiempo y segmentada en su implementación o, muy probablemente, será incumplida. Saben que no se podrá sostener mucho tiempo y que tendrá que ir abriendo algunas puertas. Pero la pregunta es cuándo y cómo y lo cierto es que aún no se sabe porque los números epidemiológicos son los que mandan y todas las opciones tienen costos que no es fácil (decidir) pagar.
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Es importante entender que el confinamiento no es algo que se decida a la ligera ni una medida que alguien disfrute. Se toma con un criterio absolutamente delicado: quienes resuelven, se ven antes la durísima disyuntiva de comparar cuántas vidas se perderían por reducir el tiempo o la intensidad del distanciamiento (saturando a la vez el sistema de salud) contra cuánta riqueza se perdería por extenderlo.
El dilema es qué pasa si extendemos la cuarentena más tiempo... Decidir si resolvemos perder más pesos para salvar más vidas, entendiendo que eso redundará en una profunda crisis económica, que también costará vidas, porque nadie desconoce que la pobreza y la falta de inversión pública también matan. El dilema moral duele: ¿Matar o dejar morir?
En ese marco, complejo, angustiante, hay algunas ideas que barajan los médicos y funcionarios. Las iremos compartiendo en los ´próximos días.
Cómo y cuándo salir de la cuarentena
Ángela Gentile, jefa del departamento de epidemiología del hospital de Niños Ricardo Gutiérrez e integrante del comité de expertos que asesora a Alberto Fernánde, aclara que la cuarentena "no se va a terminar abruptamente el 13 de abril".
Sería una locura, explican los expertos, pensar que de un día al otro todo vuelve a la normalidad. La "salida" será "por etapas" y "se van a ir liberando gradualmente algunas actividades".
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Según precisó Gentile, reconocida médica y científica, "finalizar con la cuarentena no significa terminarla abruptamente. No quiere decir que el 13 de abril uno va a poder ir a un festival de rock o a un partido de fútbol. Se van a liberar lentamente algunas actividades dependiendo de cómo se vaya dando la situación epidemiológica. Hay que entender que la vida, tal cual era hasta hace unas semanas, no va a ser igual en el corto plazo", agregó.
"Hay que sacarse de la cabeza la idea de terminar de golpe con la cuarentena, ya que se irán dando etapas graduales", destacó la epidemióloga Angela Gentile
La médica explicó que esas etapas "no tienen por qué ser iguales" al período actual de aislamiento extremo: "Si las cosas andan bien, se irán permitiendo actividades, regionalizando, liberando un poco el transporte... Es importante, porque hay que reactivar la economía".
Al explicar las razones por las cuales se decidió prolongar la cuarentena dos semanas más, Gentile argumentó que "se está esperando un aumento del número de casos, porque el coronavirus es altamente transmisible. Por cada persona que se infecta, va a contagiar a dos o tres. El distanciamiento social es la medida más efectiva. La única vacuna que tenemos es el distanciamiento y la cuarentena, por el momento, va a seguir hasta el final de Semana Santa porque contempla dos períodos de incubación. Esto es día a día".
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Gentile aclaró que los casos van a seguir subiendo porque es lo esperable, pero lo que se busca es que no suba de forma exponencial. "El partido no empezó; va a haber más casos, más internaciones. No queremos que todo sea abrupto sino lento, para poder responder. La cuarentena no se hace para hacer desaparecer los casos. Eso es imposible. Hay que entender que el coronavirus llegó para quedarse. Esperemos que el año que viene tengamos la vacuna", cerró.
Por su parte, el ministro de Salud, Ginés González García, contó que se evalúa la posibilidad de aplicar un aislamiento barrial, que permitiría circular dentro de un barrio determinado y tiene como objetivo principal facilitar el trabajo y la posibilidad de sustento de los sectores populares que viven en los barrios donde es más dificil respetar la cuarentena. Ademas, adelantó que es probable que, en un par de semanas, "algunos grupos menos vulnerables puedan tener más permisibilidad. Ya hay un grupo trabajando en esto, viendo por actividad productiva cuáles son los grupos que tienen más personas jóvenes y que tienen menos riesgo y pueden empezar", precisó.
Lo que sabemos hasta ahora es que el proceso de flexibilización será lento, parcial, por zonas geográficas y hasta por rubros.
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