La gripe puede afectar a algunas personas más que a otras. En este sentido, especialistas de la Fundación Cardiológica Argentina explican que “La vacuna es especialmente importante en aquellas personas de mayor riesgo y para todos aquellos que estén en contacto con ellas. Es la mejor protección que tenemos para esta enfermedad y para sus complicaciones ya que puede provocar neumonías y empeorar las enfermedades ya existentes. Vacunarse salva vidas”.
Además, la vacunación es necesaria todos los años. La evolución normal del virus presenta variaciones de un año a otro, entonces las vacunas deben ser modificadas adaptándolas a las nuevas cepas que se estima circularán en cada temporada.
La evolución normal del virus presenta variaciones de un año a otro por lo que la vacunación es necesaria todos los años
La fecha de comienzo de la campaña de vacunación está determinada por la época en que comienza a circular el virus, esto es marzo y abril. Cuanto antes nos vacunemos, más protegidos vamos a estar.
Ante un cuadro de gripe, seguir los consejos para no contagiar a otras personas. Los pacientes cardiovasculares deben mantener su medicación habitual y cumplir con el tratamiento salvo otra indicación de su cardiólogo. Consultar inmediatamente si notan falta de aire, si es mayor a la habitual, o si perciben cambios significativos en su estado de salud.
Para finalizar, la prevención es la mejor medida contra la gripe. Para esto, es fundamental seguir algunas recomendaciones que nos acercan los especialistas de la Fundación Cardiológica Argentina:
- Lavarse las manos con frecuencia. Siempre con agua y jabón, y durante un minuto.
- Taparse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al estornudar o toser, e inmediatamente después tirarlo a la basura.
- Limpiar frecuentemente las superficies de muebles, picaportes de puertas y objetos que manipulen varias personas. Para ello, utilizar productos de limpieza habituales. Ventilar los ambientes abriendo las ventanas.
- Evitar el contacto muy cercano. No compartir vasos, cubiertos y otros objetos que puedan estar en contacto con saliva o secreciones.
- Llevar una dieta saludable, descansar adecuadamente, beber agua, y realizar actividad física.
- Evitar el tabaco y el alcohol.
- Los antibióticos comunes no mejoran los síntomas ni aceleran la curación.