La dispersión es uno de los grandes problemas de hoy. Son muchos los estímulos y nos distraemos con facilidad. Hay días en que empezar y terminar una tarea nos resulta una odisea y momentos que nuestro nivel de atención está por el piso. ¿Cómo contrarrestar estas situaciones? Facundo Manes, médico neurólogo especialista en neurociencias, comparte algunos consejos fáciles de cumplir.
1. Trabajar o estudiar en una biblioteca puede inhibir las distracciones. Además, puede fomentar el deseo de productividad. En muchas bibliotecas no podés conectarte a las redes sociales: son una gran distracción.
2. La misma tecnología que nos lleva a la dispersión puede funcionar como un recurso útil contra la postergación de las tareas. Podés utilizar aplicaciones desarrolladas para bloquear las páginas a las que uno entra sin control, como Facebook o Twitter, durante los horarios de trabajo o estudio. Otras ofrecen limitar la cantidad de tiempo o la frecuencia con la que se ingresa a esos sitios.
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3. La eficacia del manejo del tiempo obedece a ciertas organizaciones y rutina. A fin de adoptar conductas en este sentido, la recomendación es poner un filtro entre las tareas importantes y las ociosas.
4. Para descansar de una tarea que nos resulta pesada, es aconsejable salir a caminar, respirar profundo, cambiar de actividad o llevar a cabo una menos demandante.
5. Focalizar la atención es similar al entrenamiento de un músculo. Si no la utilizamos, se debilita. Si la ejercitamos, se desarrolla y fortalece. Para eso, la meditación es una buena opción.
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