Una técnica simple que practicada por tan sólo 20 minutos por día puede ayudar a controlar el estrés, disminuir la ansiedad, mejorar la salud cardiovascular y lograr una mayor capacidad de relajación.
Cuando nuestros cuerpos están expuestos a un estrés súbito o una amenaza, respondemos con una respuesta característica de "lucha o huida". Esto es lo que se denomina a veces "adrenalina" porque las hormonas epinefrina (adrenalina) y norepinefrina se liberan de las glándulas suprarrenales, lo que resulta en un aumento de la presión arterial y la frecuencia del pulso, respiración más rápida y aumento del flujo sanguíneo a los músculos.
Por otro lado, los efectos prolongados del estrés también van deteriorando nuestra salud. Cuando la rutina de trabajo se torna pesada y densa, cuando la vida cotidiana no nos da un espacio para disfrutar con la familia o con amigos, no lo notamos enseguida o al menos si lo notamos es posible que creamos que no podemos hacer nada para cambiarlo, “al menos por ahora” y esa lógica va haciendo que nuestro cuerpo acumule estrés, sus añoss colaterales y los efectos negativos de los malos hábitos.
La reducción del estrés podría ser la clave para el efecto beneficioso de la meditación sobre la salud. "Sabemos que el estrés es un factor que contribuye a desarrollar todas las principales enfermedades asesinas modernas", señala Raison. Más estudios han demostrado una mejoría en pacientes con fibromialgia e incluso psoriasis en los pacientes que meditan. "Es difícil pensar en una enfermedad en la que el estrés y el estado de ánimo no figuren", dice Raison.
La ciencia aún no ha conectado los puntos entre lo que ocurre en el cerebro meditador y el sistema inmunológico. Pero un estudio de la Universidad de Wisconsin aumentó la actividad eléctrica en regiones del lóbulo frontal izquierdo, un área que tiende a ser más activa en personas optimistas, después de ocho semanas de entrenamiento en meditación.
Hay docenas de técnicas y disciplinas disponibles para quienes quieran realizar esta práctica, desde decir un mantra a mirar una llama de velas o contar las respiraciones. Lo importante es entender que la meditación es una práctica en donde el individuo busca entrenar su mente o la induce a un modo superior de conciencia, a través de diversas técnicas, con el fin de alcanzar la armonía con el resto del mundo.
Uno de los beneficios de la meditación es el mejoramiento del sistema inmunológico, disminución de la presión sanguínea y de los niveles de lactato en la sangre, aminorando también los ataques de ansiedad.
A su vez disminuye los dolores que están conectados a la tensión, los dolores de cabeza, insomnio, problemas musculares, articulaciones y ulceras. Además produce un aumento de la creación de serotonina que mejora el humor y el comportamiento.
Por otro lado, nos permite experimentar paz interior y satisfacción; al entrar en el centro, dejamos de depender de las condiciones externas, de la periferia. Eso a su vez, nos ayuda a fluir mejor con la vida, estar más cerca de los demás, más atento con ellos y, en consecuencia, ellos con nosotros.
La meditación nos ayuda incluso cuando no estamos practicándola activamente. No hace falta estar meditando para que siga beneficiando el procesamiento emocional de su cerebro. Ese es el hallazgo de un estudio en la revista Frontiers in Human Neuroscience, que muestra que la respuesta del cerebro a los estímulos emocionales es cambiada por la meditación, y este efecto se produce incluso cuando una persona no está meditando activamente.
Claro que todo esto no ocurre de la noche a la mañana, a partir de la primera vez que realizamos una meditación. Por el contrario, se necesita ser sumamente perseverante y activo, realizando meditaciones todos los días y si es preciso más de una vez por día, a la mañana y a la tarde, para ir sintiendo los beneficios de esta técnica.
Es sumamente importante, digamos que es excluyente, llevar adelante esta práctica siguiendo algunos consejos sencillos pero imprescindibles. Por ello recomendamos analizar cual es la opción más apropiada para cada uno.