Hay algunos aromas que son muy particulares y podemos asociarlos a un objeto específico o a una circunstancia única. Uno de ellos sin duda es el olor de un auto nuevo, que puede resultar atractivo e incluso embriagador.
Aunque se trata de un aroma que muchos encuentran seductor, la fragancia esconde una diversidad de productos químicos, plásticos, adhesivos, cauchos, disolventes y tejidos que, de paso, denotan lo flamante del vehículo.
"Es un cóctel químico formado por una gran cantidad de toxinas", dice Jeff Gearhart, director de investigación del Centro de Ecología de Míchigan, EE.UU.
Ese aroma puede ser dañino ya que muchos de esos compuestos que se combinan para generar el olor contienen componentes orgánicos volátiles o VOC que pueden ser perjudiciales para la salud e inclusive podrían llegar a ser letales en grandes cantidades.
“Hay más de 200 compuestos en los vehículos, pero al no estar regulados en muchos países los propietarios desconocen los peligros que afrentan”. Agrega Gearhart.
Esta situación no es nueva, de hecho el mismo director de investigaciones aclara que “Hemos probado y monitorizado los niveles químicos de los vehículos durante años, y también constatado una leve mejoría, pero aún queda mucho por hacer aún”.
Solo con leer la lista de los productos incluidos alcanza para preocuparse seriamente: benceno, tolueno, formaldehído y metales pesados son parte de estas mezclas.
Un estudio que fue desarrollado durante dos años ininterrumpidos, publicado en 2001 por la agencia CSIRO de Australia, encontró varios problemas de salud asociados con estos compuestos.
Un estudio más reciente llevado a cabo en Japón descubrió que los compuestos orgánicos volátiles en un monovolumen nuevo eran 35 veces superior al límite saludable en el día después de su entrega.
“Las personas pasan alrededor de una hora diaria en sus vehículos -sostiene Gearhart-. La preocupación recae en la prolongada exposición de niños, adultos o mascotas a esta toxicidad”.
Conscientes de ello, los fabricantes de automóviles dicen haber tomado medidas para reducir los niveles de VOC en sus vehículos, además de otras sustancias de riesgo (SOC, por sus siglas en inglés).
Un conocido carcinógeno que parece que va a dejar de utilizarse es el policloruro de vinilo (PVC), que el Centro de Ecología descubrió que se estaba utilizando en prácticamente todos los interiores de los carros nuevos en el año 2006. Muchos de estos cambios se produjeron en respuesta a las regulaciones en Europa, donde ya existen grandes restricciones en el uso de productos químicos.
Los especialistas en este tipo de intoxicaciones aconsejan prevenir males mayores ventilando bien los vehículos, sobre todo los 6 primeros meses, estacionando los autos a la sombra y dejándolo un rato con las ventanillas abiertas antes de entrar.
También aconsejan a quienes deben permanecer esperando con el auto estacionado, que no se queden dentro del vehículo. También recomiendan no utilizar parasoles para reducir el calor y usar limpiadores no tóxicos y toallas de microfibra cuando el vehículo es nuevo.