Los médicos pueden cometer hasta un 460% más de errores si no descansan, según un artículo que se publicó en una reconocida web española llamada Redacción Médica, y afirma que los cirujanos presentan un 170% más de probabilidades de cometer un error dentro del quirófano si están cansados (1).
Los problemas de sueño afectan de forma directa al trabajo de todos los profesionales de la salud, pero en el caso de los médicos puede ser aún más perjudicial. Un flamante estudio ha demostrado que los médicos que peor descansan y que tienen largos turnos de trabajo tienen hasta un 460% más de probabilidades de cometer un error en el diagnóstico.
Es más, los médicos que tienen guardias nocturnas y durante el día no han descansado o pasaron una mala noche antes de ir a trabajar tienen una media de un 36% más de errores médicos que aquellos que permanecen en sus puestos de trabajo la mitad del tiempo, un hecho muy grave que demuestra la importancia del sueño.
Es necesario destacar que la evidencia científica ha demostrado que el sueño reparador es clave para que cualquier médico o miembro del equipo de salud pueda desarrollar con plenas facultades su trabajo, cuestión que disminuye el riesgo de cometer errores, sabiendo que el ERROR CERO EN SALUD no existe.
La fatiga y el estrés pueden repercutir negativamente no ya en la propia salud del médico -bournout-, sino también en la de los pacientes a los que atiende.
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El riesgo aumenta en las áreas críticas
Desde hace varios años se viene discutiendo el problema que genera realizar guardias de 24 horas en áreas críticas (terapia intensiva adulto, pediatría y neonatología), por lo cual en algunos países esta práctica ya no se realiza y se ha pasado a guardias de 12 horas y/o 8 horas.
En España, por ejemplo, se está hablando desde los colegios médicos que los médicos deban tener mayor flexibilidad en la configuración de la jornadas laborales y mayor competencia para poder organizar jornadas laborales de 12 horas, pero es un tema que todavía está en plena discusión.
No es ya pensar solo en el bienestar y la salud del propio profesional o de los miembros del equipo de salud sino, también, por los pacientes que se atienden en el sistema público y/o privado de salud
En los EEUU el error médico es la tercera causa de muerte, detrás de las enfermedades cardíacas y el cáncer. Esta afirmación se basa en un estudio realizado en Estados Unidos, publicado en la British Medical Journal, que reveló que los errores médicos en hospitales y otros centros de atención de la salud se convirtieron en algo habitual y se consolidaron como la tercera causa de muerte en ese país.}
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Obviamente que esto tiene relación con los procedimientos que se llevan a cabo, pero también hay un factor clave -que pocas veces se tiene en cuenta- que son las horas corridas de trabajo del profesional médico.
El "error médico" incluye desde lo estrictamente relacionado al análisis y la práctica profesional hasta lo más coyuntural, como la falta de comunicación cuando un paciente es ingresado o trasladado de un departamento a otro (por lo cual la comunicación entre los diferentes servicios sería una de las claves para prevenir ésto, entre otras cosas).
Ahora bien: volviendo a las guardias de 24 horas, debemos destacar que las extensas jornadas laborales y los bajos salarios hacen disminuir día a día la calidad en los servicios de salud.
Aunque parezca extraño, esa es la situación de un gran número de médicos argentinos a lo largo y ancho del país, quienes trabajan sobrexigiendo su salud, curiosamente, para cuidar la salud de los demás y ponen a los pacientes ante un eventual error cuando ya llevan largas horas de trabajo.
Una de las principales consecuencias de tal exigencia es el detrimento en la calidad de atención que estos profesionales pueden brindar a un paciente que llega a una sala de Emergencia, terapias intensiva adultos y/o pediátricas.
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En la provincia de Buenos Aires, las guardias están reguladas por la ley 10471 y el horario de los profesionales es desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la mañana del día siguiente.
El sistema de Salud debe entender que todo los que integramos el equipo de salud somos seres humanos y no superhéroes y que las guardias de 24 horas deben replantearse, sabiendo que, además, muchos siguen luego de las guardias con la actividad asistencial, con lo que ésto implica para el propio médico y los pacientes en términos de errores por agotamiento.
Una investigación con médicos residentes de un hospital de La Plata encontró que “haber estado de guardia la noche anterior aumenta significativamente la probabilidad de quedarse dormido durante las clases” que integran su formación; esto no sorprende, ya que “en el 53 por ciento de los casos habían dormido dos horas o menos” durante las 24 de su guardia.
En Estados Unidos, varias investigaciones mostraron que, en los profesionales que hacían guardias extendidas, los “errores médicos serios” se multiplicaban por dos y hasta por cinco. Además, estos profesionales tenían riesgo aumentado de pincharse con agujas contaminadas, y también se les duplicaba la probabilidad de sufrir accidentes de tránsito.
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En la Argentina, las guardias tan largas están muy arraigadas en la cultura profesional, pero hay entidades médicas importantes que procuran limitarlas y están empezando a conseguirlo. La investigación con residentes de Clínica Médica del Hospital San Martín de La Plata se llama “Impacto de la privación de sueño en médicos residentes” y se publicó en la revista Salud y Ciencia, de la Sociedad
Iberoamericana de Información Científica (SIIC).
Por lo tanto, es hora de replantearse, desde el sistema de salud, qué hacemos con las guardias de 24 horas que implican que haya mayor probabilidad de error y de generar fatiga ante la asistencia de los pacientes a nuestro cargo.
“Así como los choferes de micros no deben manejar 24 horas seguidas porque pueden chocar y matar personas, nosotros también podemos ‘chocar’ y atentar contra el correcto diagnóstico de los pacientes”.
- Alejandro Risso Vazquez. Coordinador Médico Terapia Intensiva, Sanatorio Otamendi. Medico especialista en clínica medica y en medicina crítica y terapia intensiva. Maestrando en Economía y Gestión de la Salud.
Referencia: Errores Médicos.